Las fresas con Hepatitis A de Marruecos no llegaron al consumidor: ¿Cómo se contaminaron?
El lote de fresas con Hepatitis A de Marruecos no pasó el control sanitario de la frontera
Asaja Valencia ha utilizado este lote para ejemplificar la competencia desleal que sufren en España
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Los agricultores valencianos han denunciado la entrada de fresas con Hepatitis A de Marruecos. Se trata de un lote que no ha llegado a los hogares porque no pasaron el control sanitario de la frontera. “Hemos utilizado esta detección para poner sobre la mesa la competencia desleal que estamos sufriendo por parte de las importaciones de terceros países”, explica Juan Salvador Torres, secretario general de Asaja Valencia.
El lote de las fresas con hepatitis A no llegó a los supermercados. “No hay ninguna alerta sanitaria. Las alertas las emite el Ministerio de Sanidad y ocurre cuando una persona padece la enfermedad del alimento en cuestión”, apunta Alfonso Carrascosa, de Seguridad Alimentaria CSIC.
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¿Cómo se coló el lote con Hepatitis A de Marruecos a España?
Estas fresas, procedentes de Marruecos, llegaron al puerto de Algeciras. Una vez allí, saltó la notificación del sistema de alarma alimentaria detecta la hepatitis. Así lo podemos ver en la web del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff), donde aparecen los alimentos de diferentes países que no cumplen con los requisitos.
Tras no pasar el control sanitario en la frontera, el lote no llegó a la cadena alimenta. Pero desde Asaja Valencia deciden alertar porque sostienen que solo “se inspeccionan entre el 5% y el 15% de los lotes”. “Lo hacemos porque es una fruta y Valencia es un referente en producción de frutas y hortalizas”, indica Juan Salvador Torres, secretario general de la organización agraria.
¿Cómo se pudo contaminar y qué consecuencias tendría en la salud si la consumimos?
Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, subraya que “les han asegurado que no han llegado al mercado”, tal y como les ha confirmado “el propio distribuidor”. Los microbiólogos destacan que los alimentos podrían haberse contaminado por el manipulador o por la utilización de riego fecal.
“Son las aguas residuales y las que hay alrededor de las desembocaduras de los ríos las que pueden contaminar a las frutas, verduras, hortalizas y mariscos”, recalca Manuel Romero, presidente de la Sociedad Española del Estudio del Hígado. “Cuando se come un alimento contaminado, se puede sufrir una hepatitis que puede ir desde una leve hasta una que puede producir un fallo hepático que requiera de un trasplante”, concluye. Desde Asaja Valencia piden que se realicen más controles a los productos que vienen de fuera para proteger la salud pública.