Cinco de las siete viviendas con una orden de derribo han sido demolidas en la urbanización Calas del Norte de Cerrias, en Liencres (Piélagos). Los propietarios han recibido una indemnización tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Cantabria. “Es una batalla política muy grave, inhumana y con mucha maldad”, dice uno de los habitantes.
Tras 26 años de preocupación y de intentar luchar para mantener sus casas, los vecinos no han podido evitar el derrumbamiento. ¿El motivo? Su proximidad con la costa. Un total de 80 viviendas se verán afectadas por la sentencia.
El Gobierno regional y el Ayuntamiento de Piélagos ejecutan las primeras sentencias de derribo que pesan sobre un total de 22 viviendas en Cerrias II y sobre 17 y 21 viviendas en Cerrias I. El consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Roberto Media, ha asegurado que siguen trabajando con todos los vecinos para cumplir los convenios que permitan compensarlos económicamente por el derribo de sus viviendas.
Los habitantes de la localidad siguen consternados por el derrumbe de las viviendas. “Es fuerte ver cómo las casas de los vecinos de toda la vida las derrumban”, sostiene una mujer. “Esas casas tienen permiso y han sido pagadas al banco”, añade otra.
El alcalde, Carlos Caramés, ha afirmado que se acatan las sentencias judiciales al tiempo que ha expresado su “sensibilidad” con las familias que llevan “más de 20 o 25 años sufriendo y padeciendo la espada de Damocles de los derribos de su casa”.
El titular de Urbanismo ha señalado que, como responsables políticos, “no queda más remedio que cumplir las sentencias judiciales”, aunque ha lamentado “el sinsentido de que casas mucho más cercanas a la costa vayan a seguir ahí porque no tienen ningún problema legal”.