Según ‘Save the Children’, en ocho de cada diez casos el agresor de un menor es una persona conocida (42%) o del entorno familiar (41%). Es en estos casos cuando el menor tarda más en contar lo que le ha sucedido. Otro dato es que los niños se ven obligados a declarar en tres o más ocasiones ante la policía y apenas el 23,5% de los casos se resuelven en dos años como máximo. Esto es lo que les ocurrió a Sara y José Ramón.
Sara ha tardado 30 años en sacar a la luz su pasado y ahora cuenta que cuando ella tenía entre siete y nueve años sufrió abusos sexuales por parte de un familiar cercano. Dice que todo empezó como un juego, ya que tú en ese momento no eres consciente. Había algún tocamiento y buscaba los momentos en los que estaban solos. Sara comenta que se lo contó a sus padres hace tan solo un año y medio porque estaba en el último episodio de ella.
Margarita García-Marqués, es una psicóloga de ASPASI, comenta que una de las cosas que más daño hace es tenerlo como un secreto durante tanto tiempo. Lo más importante es poder contárselo a alguien de confianza que no te juzgue ni te critique. Para evitar las secuelas es muy importante detectar los síntomas cuanto antes, Margarita dice que las víctimas comienzan a estar irascibles, asociales, a no relacionarse con niños de la misma edad.
José Ramón Abad, otra víctima de abusos cuando era menor, afirma que su primer abusador fue su padre cuando tenía dos años. Empezó a recordar esa situación a partir de los 37 años. El episodio más traumático fue que su padre le cogió como si fuera un balón de fútbol americano y le lanzó contra la esquina de la habitación diciendo que le iba a castigar. En ese momento, con tan solo cinco años, sufrió su primera violación. Su madre nunca supo nada de este tema. Añade que de esto se puede salir, hay que conseguir que deje de ser un tabú porque si se sabe, se detecta enseguida.
Según datos de ‘Save the Children’, cerca del 85% de los casos de abuso a menores, no salen nunca a la luz, porque se consideran como algo tabú. Hace casi dos años se aprobó la ley de protección a la infancia, la cual recoge medidas de atención y protección a los niños que hayan pasado por estos abusos. Se aumentó el plazo de prescripción de los abusos hasta los 35 años de la víctima, pero recientemente Pedro Sánchez anunció que se impulsará una reforma legal para que no prescriba nunca.