La lucha de José por morir en paz: lleva más de un año esperando que le concedan la eutanasia

Esta es la historia de José. Un joven de Huelva que sufre daños cerebrales irreversibles tras sufrir un accidente doméstico en 2021. Desde verano de 2022 está luchando para recibir la eutanasia pero la objeción de conciencia de los médicos ha retrasado dolorosamente este proceso. Ahora, por fin la Junta de Andalucía ha atendido su caso para que pueda marcharse en paz.

José Díaz tiene 33 años y sufre graves daños cerebrales, totalmente dependiente no puede hablar ni moverse solo. En 2021 sufrió una intoxicación por metanol que le mantuvo varios meses ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Los médicos le diagnosticaron una necrosis cerebral con el daño de todas las terminaciones nerviosas.

Tras un un tratamiento psiquiátrico José comunicó a su familia que quería morir dignamente. Entonces empezó otro periplo. Llevan desde verano de 2022 luchando porque se cumpla su voluntad, "este es el acto de amor más doloroso que hemos tenido que hacer en la vida", dice su hermana.

Después de dos intentos fallidos de eutanasia, han vuelto intentarlo por tercera vez. Para finalizar el proceso tiene que ser asignado un médico consultor especialista, pero hasta el momento les habían comunicado que todos los neurólogos del hospital de Huelva eran objetores de conciencia. "El médico que tenía que hacer el informe de mi hermano dijo que eso era un asesinato", cuenta.

Para un proceso que la ley determina que debería de durar menos de diez días, José y su familia llevan más de un año. "Mi hermano ha intentado suicidarse en más de cuatro ocasiones", se lamenta su hermana, "no quiere vivir así, quiere descansar".

Ahora, por fin desde la Junta de Andalucía les han comunicado que han encontrado un médico que se ha trasladado hasta Huelva para tratar su caso.