La fiebre por las inyecciones milagrosas de Ozempic, para quitar el apetito y perder peso, cumple un año en el mercado. Se trata de un tratamiento para las personas con diabetes, quienes ya han denunciado un problema de suministro que está afectando a toda Europa. “Como endocrino, nos molesta mucho cuando se le llama droga milagro o fármaco para adelgazar”, señala Cristóbal Morales, endocrino en Vithas de Sevilla.
Las redes sociales muestran cómo cientos de personas comparten su experiencia con sus inyecciones. Pese a su efectividad para perder peso de forma rápida, muchas personas han compartido las consecuencias tras utilizarlo: náuseas o el efecto rebote. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios advierten del peligro.
Las inyecciones de Ozempic están indicadas para las personas que sufren diabetes. Desde hace un año, este medicamento se utiliza para adelgazar de forma rápida y eficaz. Así, se puede encontrar páginas donde se venden sin ningún tipo de prescripción médica.
Cinco plumas de estas inyecciones cuestan 200 euros. Y es que una dosis puede hacernos perder de cinco a 10 kilos. En plataformas como TikTok, comienzan a aparecer las consecuencias de la utilización de este medicamento. Náuseas, vómitos e incluso un efecto rebote son algunos de ellos.
Este medicamento puede ser una solución para la gente que lidia con la obesidad, ya que puede evitarles pasar por quirófano. “Con un plan nutricional y apoyo psicológico para la persona que lo necesite. Es clave para el éxito porque no se busca un peso ideal, sino uno saludable. Es un concepto mucho más amplio, de salud”, afirma Morales.
Cada vez más son las personas que lo consumen sin ningún tipo de control médico. Cristóbal Morales sostiene que lo esencial es tener “un control, una prescripción y un seguimiento con un experto” para no perjudicar nuestro cuerpo. Y es que jugar con la salud por una cuestión estética es todo un error que no debemos cometer.