Hoy se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer, una enfermedad que, en España, afecta a unas 300.000 personas al año, unas 110.000 en edad de trabajar. Volver a un trabajo tras superar un cáncer o durante el tratamiento es un gran problema porque las secuelas que deja un proceso tan largo como superar un cáncer a veces impiden que el regreso se produzca.
Por eso, muchos de los pacientes tienen que rehacer su vida laboral porque los datos hablan de que uno de cada tres supervivientes a un cáncer perderán su empleo.
Pilar ha sobrevivido a un cáncer gástrico que le diagnosticaron hace nueve años. En el camino, ha perdido muchas cosas: “He perdido mi salud, mis ahorros, mi trabajo”. Damián Castañeda, trabajador social de AECC, asegura que "el 28 por ciento de las personas diagnosticadas en edad laboral perderán o tendrán que dejar su empleo debido al diagnóstico de cáncer y todas las secuelas”.
A Pilar Ruiz, sin estómago y con necesidad de comer cada poco tiempo, le dijeron en el salón de belleza en el que trabajaba que amortizaban su puesto: “Me llamó mi compañera porque por la tarde le habían presentado a mi sustituta”.
Otro ejemplo es el de Delia González que, tras su cáncer de mama, no llegó ni a incorporarse como profesora: “Que he perdido mi puesto de trabajo y no se puede hacer nada”
A Adelaida Huagún, las secuelas de su cáncer de colón le han impedido continuar como agente inmobiliario: “Tengo una neuropatía en manos y pies que el frío lo llevo francamente mal y, luego, tengo una incontinencia fecal”.
Secuelas que en muchos casos dan paso a un largo proceso para que les reconozcan la incapacidad. Seis años en el caso de Pilar. “Durante esos seis años no tienes ningún tipo de ayuda ni nada”.