Taro Aso, ministro japonés, sobre los ancianos: "¡Que se den prisa y se mueran!"
Noticias Cuatro/Agencias
22/01/201323:40 h.El escándalo ha sido mayúsculo según informa The Guardian y aunque después quiso matizar sus declaraciones pero el daño ya estaba hecho. Sus comentarios fueron realizados en el marco de las reuniones del Consejo Nacional de Seguridad Social para reformar el sistema sanitario japonés y aliviar así la carga fiscal del Estado. Al debatir sobre las voluminosas partidas destinadas a las unidades de reanimación y a los tratamientos para prolongar la vida, Aso afirmó que "el problema no se resolverá a menos que les dejemos que se den prisa y se mueran".
Aso también sentenció sobre los ancianos y su dependencia de los servicios públicos de salud que, "Dios no quiera que ustedes se vean obligados a vivir cuando quieran morir. Yo me despertaría sintiéndome mal sabiendo que todo el tratamiento está pagado por el Gobierno".
Pero como no hay dos sin tres, Aso criticó a los ancianos por su dependencia de los cuidados paliativos, algo a lo que él se mostró en contra. Y por si fuera poco, clamó contra los que ya no pueden alimentarse por sí mismo y han de serlo a través de sondas, a los que denominó, "gente de tubo".
En Japón viven más de 128 millones de habitantes de los cuales, casi la cuarta parte, supera los sesenta años. Y lo peor es que el envejecimiento sigue vreciendo. Así, en los próximos 50 años, se estima que el porcentaje de personas mayores se situará cerca del 50 por ciento.
En cuestión de horas, este rico y veterano político se ha vistio obligado a matizar sus declaraciones. Ha reconocido que fueron expresiones inadecuadas realizadas en un contexto público y que eran refelexiones personales, a título personal sobre cómo le gustaría morir.
Otras meteduras de pata
Taro Aso es famoso en Japón por sus desafortunadas salidas de tono. Ya en 2008 definió a los pensionistas como "chochos" al reclamarles que se esforzaran en cuidarse su salud.
Indignado porque sus compatriotas visitaban mucho las consultas médicas, el iracundo Aso se preguntó en público, "¿Por qué tengo que pagar por las personas que sólo comen y beben y no hacen ningún esfuerzo?".