Mercados patas arriba, estrepitosas caídas en las bolsas y, mientras tanto, Donald Trump juega al golf en Florida. A las seis de la mañana de este sábado, según informan Rosa Conde y Edurne Arbeloa, ha entrado en vigor el arancel del 10% para todo el planeta, el mínimo básico. Pedro Sánchez ha anunciado un plan de ayuda para mitigar los efectos.

En redes sociales, el mandatario de Estados Unidos asegura que las grandes empresas no están preocupadas, que la economía se recarga. Pero el presidente de la Reserva Federal del país norteamericano no piensa lo mismo y advierte de que el riesgo de todo esto es más inflación y menos crecimiento económico.

Los amigos multimillonarios de Trump, que asistieron a su toma de posesión, pierden miles de millones en apenas unas horas por el desplome de Wall Street. Mark Zuckerberg, dueño de Meta, es 17.900 millones de dólares menos rico y Jeff Bezos, propietario de Amazon, 15.900 millones de dólares. Para el ciudadano de a pie, el castigo será diferente.

¿Y ahora qué? Esa es la pregunta que recorre el planeta. China contraataca con un arancel del 34%. "Luchar, proteger y construir" es la triple fórmula del primer ministro canadiense, Mark Carney. En Venezuela, las mismas consignas de siempre. Y la Unión Europea medita la respuesta.

El riesgo de una escalada es que la crisis se extienda, con más inflación y más paro en todas partes. No responder es la única alternativa para Lesoto, minúsculo país africano castigado con el mayor arancel recíproco, el 50%. Un ejemplo del absurdo cálculo de Washington.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.