Donald Trump deporta a 238 venezolanos a El Salvador y para ello ha utilizado una ley de la Segunda Guerra Mundial, que permite acelerar deportaciones sin que haya trámites previos. Un juez de Washington intentó paralizarlo, señalando que era totalmente ilegal, pero Trump se defendió diciendo que ya se encontraban los presos en aguas internacionales.
Jorge Dezcallar, con una larga trayectoria de trabajo en Estados Unidos y exdirector del CNI, comenzaba indicando que "cumplir con los derechos humanos no es algo que le preocupe demasiado a Donald Trump": "Por mucho que sean delincuentes, no se están respetando los derechos humanos de los detenidos, se puede ser firme pero cumpliendo con la ley al mismo tiempo".
Respecto a si la ciudadanía está de acuerdo con Trump, este exembajador explicaba, que hay mucha gente que apoya al mandatario: "Trump llegó con un mensaje muy sencillo, la de ofrecer seguridad, empleo y la de luchar contra la inmigración ilegal y este mensaje ha calado en la gente y mucha gente le apoya".
Por otro lado, en referencia a la seguridad en El Salvador donde se han deportado los 238 venezolanos, Jorge Dezcallar nos contaba que él ha estado allí y admite que había mucha inseguridad: "He estado allí varias veces y la inseguridad era brutal".
Así mismo, este exdiplomático, compartía con los telespectadores una anécdota con un señor dueño de todo el cemento del país: "Estuve cenando con él, le comenté que había visto unos carteles que decían "la tierra es para quien la trabaja" y dio un golpe en la mesa y gritó: "A esta gente no hay que dejarles que aprendan a leer y escribir".
Para finalizar, el exembajador de EE.UU. y exdirector del CNI, recalcaba que hay una injusticia de base que es la que hay que combatir: "No se trata de solo meter a la gente en la cárcel, sino ver por qué esa gente delinque y por qué la situación es la que es".