Los líderes de la Unión Europea han discutido toda esta semana sobre la defensa de Ucrania y el rearme de Europa. Un desafío histórico si Estados Unidos, cumple su amenaza de reducir su despliegue bélico en el continente.
Sin Estados Unidos y bajo la amenaza rusa sobre Ucrania y el resto del continente, Bruselas se vuelca en su defensa con un ambicioso Plan de Rearme para la Unión que supla, no sólo, la ausencia estadounidense, sino la dependencia de su potente industria armamentística.
No hay que perder de vista que el 55% de las armas que compra Europa occidental provienen de Estados Unidos, 20 puntos más hoy que hace seis años. Es el gran fabricante mundial: 41 de las 100 principales empresas armamentísticas son estadounidenses. Las cinco más punteras son suyas, de hecho.
"Me gustaría creer que Estados Unidos permanecerá a nuestro lado, pero tenemos que estar preparados si no es así", reflexionaba Macron.
La magnitud del desafío es enorme, pero la industria armamentística europea esta consolidada. Es la segunda más importante del mundo, con 26 empresas entre las 100 más destacadas. Representa casi un tercio de las ventas globales. De hecho, Francia fue entre 2019 y 2023 el segundo mayor exportador de armas por detrás de Estados Unidos.
Aún así queda mucho por hacer: potenciar la industria, unificar el esfuerzo, aumentar el gasto en Defensa de los Estados. Por cierto, el de España es el más bajo de los países de la OTAN.
Los expertos estiman que para que Europa se defendiera de Rusia con garantías, sin el apoyo de Estados Unidos, haría falta, para empezar, el despliegue de: 300.000 soldados, sumar 1.400 nuevos carros de combate, 2.000 vehículos de infantería y 700 piezas de artillería (más de las existencias actuales de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido juntas). Además, se debería producir 2.000 drones de largo alcance al año.
En total, unos 250.000 millones de euros al año, un 1,5% del PIB de la Unión Europea, cantidad asumible dada la fortaleza económica europea.
Sin embargo, el reto más inmediato es la defensa de Ucrania. Por su parte, Macron ha convocado a los jefes de Estado Mayor europeos esta próxima semana para abordar el despliegue de una fuerza de paz en suelo ucraniano, el primer gran desafío de esta Europa que ha de aprender a caminar sola.
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