El presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado que va a ordenar la preparación de Guantánamo para enviar allí a 30.000 migrantes tras comenzar las primeras deportaciones. Aunque esto choca con las convenciones internacionales de los derechos humanos. Lo cierto es que allí siguen detenidos algunos terroristas del 11S y los presidentes Joe Biden y Barack Obama intentaron cerrarla. Pero solo lograron vaciarla, según informa Ana García Quesada.

Apenas quedan un puñado de presos en la base de Guantánamo y ahora Trump tiene pensado llenar esas celdas de migrantes irregulares. “Algunos de ellos son tan malvados que no confiamos en que otros países los acojan, y no los queremos aquí. Así que los vamos a mandar a Guantánamo. Es un sitio del que es difícil escapar”, subraya el magnate.

Donald Trump quiere enviar 30.000 migrantes a la base de Guantánamo y el magnate asegura que quiere llevar a “los peores de los peores”. O así lo han dicho en los medios la secretaria de defensa, Pete Hegseth. “Hemos visto una invasión de bandas criminales, de tráfico de personas, de tráfico de drogas, eso es completamente inaceptable”, sostiene. Teniendo en cuenta que para Trump cualquier migrante ilegal es un delincuente, la noticia ha provocado mucho revuelo.

El anuncio lo ha hecho Trump justo antes de firmar la primera ley de su mandato que permite la detención y expulsión de los migrantes ilegales acusados de algún delito, aunque este sea menor o no hayan sido juzgados. El presidente de Cuba, Miguel Díaz Cane, tacha ese acto de brutalidad,. “En un acto de brutalidad, el nuevo Gobierno de EE.UU anuncia el encarcelamiento en la Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente”, critica Díaz-Canel en redes sociales.

En los primeros días de su Gobierno se han arrestado a más de 3.500 migrantes. “Tendremos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que son una amenaza para el pueblo estadounidense”, subraya Trump desde la Casa Blanca. “Algunos son tan peligrosos que ni siquiera confiamos en sus países de origen para que se los queden, porque no queremos que regresen. Así que los enviaremos a Guantánamo”, añade.

Los migrantes que llegan a la base de Guantánamo son aquellos que las autoridades estadounidenses interceptan en el mar cuando intentan alcanzar las costas del país. La base de Guantánamo funciona en un vacío jurídico donde no se aplican las mismas garantías legales en materia migratoria. La situación allí ha sido históricamente opaca con poca información pública sobre lo que ocurre allí.

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