Miles de gazatíes se dirigen hacia sus hogares en el norte del país. Tras más de un año desplazados por la guerra, muchos regresan a su tierra gracias al acuerdo entre Israel y Hamás. Una caravana masiva de gazatíes recorren el corredor de Netzarim a pie o en coche con lo puesto: mantas, ropas, sacos de comida y algunos colchones. Esta vuelta se tendría que haber producido hace dos días, pero Israel acusó a Hamás de no cumplir con el pacto en el intercambio de rehenes, según informa Lara Escudero y Ana Lorenzo.

Los gazatíes no saben qué se van a encontrar en sus lugares de origen al norte. Desde el aire, se aprecia en toda su magnitud cómo está siendo este regreso hacia el norte de la Franja. Llevaban esperando desde ayer a que Israel desbloquease el acceso al corredor de Netzarim, un paso militarizado que divide en dos la Franja de Gaza a lo largo de seis kilómetros: desde la frontera israelí hasta la costa del Mediterráneo.

Enormes hileras de personas avanzan a pie camino a casa, hacia el norte de la Franja de Gaza. Decenas de miles de palestinos regresan andando por la ruta Al Rachid a pie. Familias enteras desplazadas por la guerra, cargando como pueden con sus pertenencias. “Es como si hubiéramos vuelto a nacer”, asegura una mujer. Y lo han hecho con sonrisas, cantando y tocando instrumentos musicales. Aunque se van a encontrar con una zona totalmente devastada: el 90% de los edificios han sido arrasados por las bombas.

Abrazos, besos al aire y selfies. Son las primeras imágenes de los gazatíes que ya han llegado a casa, su momento más anhelado. “Hace más de un año que no veo a mi familia y estoy deseándolo”, reconoce un joven. Aquellos que viajan en coche podrían tener que esperar días en los controles. Este retorno se produce con dos días de retraso por la disputa con la rehén israelí, Arbell Yehud. Según el acuerdo con Hamás, debería haber sido liberada ya.

El pacto alcanzado en las últimas horas -para incluir a la rehén en un canje extraordinario el jueves- ha permitido el inicio del regreso de los palestinos desplazados en Gaza. Hamás ofreció liberar a tres rehenes: Arbel Yehud, Adam Berger (la quinta mujer soldado restante) y un tercer secuestrado cuya identidad aún se desconoce. En la lista de rehenes cautivos por Hamás hay 26 rehenes cautivos, ocho de ellos muertos. “Gaza es nuestro hogar, ha sido nuestra casa toda nuestra vida, donde nacimos, y seguirá siendo nuestra”, afirma una joven de Beit Lahia, quien está agradecida de poder volver pese a que su casa fue destruida.

Durante el domingo, dos palestinos murieron y otros 15 resultaron heridos después de que el Ejército israelí abriese fuego contra la aglomeración de personas que esperaban en el centro de Gaza para regresar al norte. “Las escenas del retorno de las masas de nuestro pueblo a las áreas de las que fueron forzados a marcharse, a pesar de que sus casas están destruidas, confirma la grandeza de nuestro pueblo y su firmeza, a pesar del profundo dolor y la tragedia”, sostiene Hamás en un comunicado emitido momentos después de que Israel permitiese el acceso al norte del país.

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