Donald Trump ha asumido el cargo como 47° presidente de Estados Unidos en una ceremonia celebrada en el Capitolio. El magnate ha pronunciado un discurso con las primeras medidas que llevará a cabo junto a su equipo de Gobierno. Según informa Sara Canals y Beatriz Palomar, Trump ha asegurado que comienza la era dorada del país con el restablecimiento del respeto y la soberanía.

El acto ha comenzado con una misa en la Iglesia de San Juan de la Plaza Lafayette, bajo la gran cúpula de la Rotonda del Capitolio. Se trata de una medida excepcional que se ha llevado a cabo ahí por las bajas temperaturas que sufre el país. Entre las primeras medidas que ha anunciado se encuentra la declaración de emergencia nacional de la frontera, el desplazamiento de tropas para acabar con la "invasión", la emergencia nacional energética para perforar y extraer petróleo y la imposición de aranceles.

El empresario se ha atribuido el éxito del alto el fuego en Gaza y se ha descrito como el promotor para la paz. Así, ha prometido el cambio de nombre del Golfo de México y la recuperación del control del canal de Panamá. Tras jurar el cargo sobre dos biblias, al igual que hizo en 2017, se ha celebrado en el Capitolio el tradicional almuerzo presidencial.

Con un caluroso "Bienvenido a casa", Joe Biden ha recibido a Trump, apurando sus últimas horas de mandato. El demócrata y su mujer han invitado a los Trump a tomar el té en la Casa Blanca, un gesto que el republicano se negó a hacer hace cuatro años. Pero Biden sí ha cumplido con todas las tradiciones que marca el traspaso de poder. Después, juntos se han trasladado hasta el Capitolio para una investidura más deslucida. El clima gélido ha impedido celebrarlo en las escalinatas frente al Capitolio.

Trump ha llegado a la Iglesia episcopal de Saint John acompañado de Melania Trump. El acto -al que han acudido varios de los hijos de Trump- se ha celebrado en el interior del Capitolio, siendo la primera vez desde 1985 en el que un presidente ha tenido su investidura en el interior en vez de en la escalinata. Tras jurar el cargo sobre dos biblias, al igual que hizo en 2017, se ha celebrado en el Capitolio el tradicional almuerzo presidencial.

Trump ha hecho su entrada triunfal, aunque más comedido que hace cuatro años. Sin pulgar arriba ni puño en alto, pero sí con un casi beso y arropado por todo el clan familiar. Las gradas han rugido con su entrada triunfal. Al pronunciar su discurso inaugural, ha dejado claro sus objetivos para los próximos cuatro años. "Estamos al comienzo de una nueva era", ha resaltado. El magnate pretende deshacer todo lo que Biden ha impulsado y ha repetido sus lemas de campaña como el famoso 'América primero'.

Por primera vez, a la ceremonia han asistido líderes extranjeros como el presidente de Argentina, Javier Milei, y magnates tecnológicos como Mark Zuckerberg (dueño de META) o Jeff Bezos (dueño de Amazon y del ‘The Washington Post), entre otros. Tras finalizar la ceremonia, Biden y su esposa han participado en un acto de despedida con su equipo en la base aérea de Andrews, donde partirán a Santa Ynez para unas vacaciones.

"El Gobierno enfrenta una crisis de confianza. Tenemos un Gobierno que no puede manejar crisis en casa ni fuera. No puede proveer seguridad a los ciudadanos mientras le da refugio a criminales de fuera", ha subrayado el magnate, quien ha destacado que va a acabar con la decadencia de EE.UU. Trump ha querido recordar el intento de asesinato que sufrió en Pensilvania: "Hace unos meses, en un bonito mitin de Pensilvania, un grupo de asesinos me perforó la oreja. Pero mi vida se salvó por algo: Dios me salvó para hacer a EE UU grande de nuevo".

El magnate ha confirmado que entre sus primeras medidas estará una declaración de emergencia nacional en la frontera sur del país. Esto provocará que tenga a su disposición un arsenal de fondos y recursos militares para llevar a cabo su plan de detenciones y deportaciones masivas. “Restableceremos mi política de ‘quédate en México’. Pondré fin a la práctica de captura y liberación, y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país”, ha recalcado durante su discurso como presidente de Estados Unidos.

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