El funeral de Jimmy Carter que se ha celebrado en la Catedral Nacional de Washington ha dejado una imagen para la historia. Después de que Donald Trump se despachara a gusto con el gobernador de California por los trágicos incendios de Los Ángeles, el presidente electo ha asistido a la ceremonia en la que se han reunido todos los expresidentes vivos de Estados Unidos. Según informan Sara Canals y Beatriz Palomar en el vídeo, se han sentado detrás del presidente saliente, Joe Biden, su esposa y Kamala Harris. Algunos apenas se han mirado, pero ha habido algún momento sorprendente como la imagen de Barack Obama sonriendo y conversando con Donald Trump.

El solemne funeral de Estado por el expresidente Jimmy Carter, fallecido el pasado 5 de enero a los 100 años, ha permitido una tregua política en el país durante unas horas. Una de las imágenes más comentadas de la ceremonia ha sido ver a Donald Trump, presidente electo, junto a sus predecesores, demócratas y republicanos sentados en el mismo banco, algunos sin apenas mirarse y otros manteniendo la cordialidad a pesar de haber sido insultados y humillados por Trump.

El presidente electo ha sido el primer en llegar, junto a su mujer, Melania. Una vez en la catedral de Washington ha saludo a Mike Pence, su exvicepresidente convertido en enemigo desde el asalto al Capitolio. Los seguidores de Trump llegaron a pedir su ahorcamiento.

Después ha sido el turno de Barack Obama, que ha acudido sin Michelle que ha justificado su ausencia por problemas de agenda. Obama no ha dado la mano a Trump, pero a ambos se les ha podido ver charlando de forma distendida durante la misa.  

George Bush y su mujer han sido los siguientes en llegar. Obama se ha levantado para permitirles el paso, pero nada de saludos, ni siquiera se han mirado. Tampoco con los Clinton. El exmandatario si ha dado la mano al que fuera su número dos, Al Gore, situado justo detrás.

Y faltaba Biden, en uno de sus últimos actos públicos como presidente, ha llegado junto a su mujer, Jill, y ha ocupado la primera fila junto a Kamala Harris. 

Todos atentos a los gestos entre los presidentes, pero también de los líderes de Canadá y Panamá, sentados a pocos metros del mismo Trump, que hace unos días amenazaba la soberanía de sus países.

La misa ha durado casi dos horas. Jimmy Carter quiso que fuera su amigo Joe Biden quien pronunciara la elegía fúnebre. El presidente saliente ha destacado que Carter fue un líder bondadoso y humilde que huía, sobre todo, de los egos y de los abusos de poder.

Ahora el féretro del mandatario será trasladado hasta Georgia, su estado natal, donde será enterrado. 

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