Las fuerzas de seguridad de Alemania descartaron que el autor del atropello en Magdeburgo representase un riesgo hace un año

Las fuerzas de seguridad de Alemania han confirmado este domingo que hace un año descartaron que el agresor que arrolló a la multitud el viernes en un mercadillo navideño representara un riesgo, como había alertado Arabia Saudí, su país de origen. El país sigue conmocionado con más preguntas que respuestas sobre los posibles fallos de seguridad y sobre el perfil atípico de un islamófobo declarado que terminó atacando como un yihadista.

Taleb Abdulmohsen lo preparó todo muy bien: visitó varias veces la zona y se alojó en un hotel cercano. El día del ataque alquiló el BMW negro y visitó el mercado antes de arrollar a la multitud. Logró sortear la seguridad, los bloques de hormigón, accediendo por la salida reservada a los vehículos de emergencia.

Arabia Saudí advirtió hace ya un año a los servicios de inteligencia alemanes de su riesgo potencial, pero tras investigarle, fue descartado.

Alemania sigue sin respuestas

Está ya en prisión provisional, mientras Alemania sigue sin respuestas ¿por qué un crítico del islam, como él, imitó la forma de atacar de los yihadistas?

Justo a la hora del atropello, un día después, las campanas de toda la ciudad han rendido homenaje a las víctimas en la catedral de Magdeburgo. El obispo protestante se pregunta: ¿todavía hay algún lugar seguro?

En estado de shock los ciudadanos colocan velas y flores. Vigilia, en una parte de la ciudad. En la otra, protestas de una ultraderecha que reclama Alemania para los alemanes. Exigen el cierre de los centros de acogida y la expulsión de los solicitantes de asilo. Se viven momentos de tensión.

Los radicales intentan rentabilizar el ataque a pesar de todo, a pesar del perfil atípico del agresor. Lo único claro es que se trata de un islamófobo. Así lo ha calificado la ministra del interior, porque Abdulmohsen se llegó a definir como el crítico del islam más agresivo de la historia.

Es un psiquiatra saudí, de 50 años. En las redes sociales acusaba a Alemania de querer islamizar Europa y perseguir a exmusulmanes como él. Se declaraba simpatizante de los ultras de Afd y de Elon Musk.

Su ataque llega en un momento delicado, a dos meses de las elecciones generales, con la inmigración como principal problema, según los sondeo, y con la extrema derecha lista para un resultado excepcional.

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