Rusia ha detenido al autor del asesinato de Ígor Kiríllov, el jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica del Ejército ruso. El detenido ha explicado a sus captores que lo hizo a cambio de 95.000 euros y la promesa de poder vivir en Europa, según informa Ana Lorenzo.

Con la mirada baja, un uzbeco de 29 años ha afirmado ser el autor del asesinato del teniente general ruso, Ígor Kiríllov. La televisión rusa ha anunciado su arresto un día después del asesinato.

El jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica del Ejército ruso, Ígor Kiríllov, fue asesinado ayer con una bomba oculta en un patinete eléctrico al salir de su casa. Murió junto a su asistente en ese ataque. Hoy, Rusia ha confirmado que ha detenido al autor de los hechos.

El arrestado, un uzbeco de 29 años, ha contado que fue reclutado por los servicios especiales ucranianos y ha explicado cómo lo hizo. Tras recibir el explosivo, lo colocó en un patinete y en un vehículo puso una cámara para vigilar la vivienda. Después, detonó la bomba a distancia cuando vio al militar salir del portal. Según los investigadores rusos, las imágenes fueron transmitidas online a los organizadores del atentado.

El detenido ha asegurado que lo hizo todo a cambio de 95.180 euros y la promesa de residencia en un país europeo. Las cámaras de seguridad ayudaron a identificarlo. El servicio de seguridad ucraniano ya reconoció ayer que estaba detrás del ataque. Kiev había acusado a Ígor Kiríllov de ordenar el uso de armas químicas en la guerra. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) afirma que la detención ha tenido lugar "como resultado de medidas operativas y de investigación por parte del Ministerio del Interior y el Comité de Investigación Ruso".

"El responsable de este ataque terrorista ha indicado que fue reclutado por los servicios especiales ucranianos. Siguiendo sus instrucciones, llegó a Moscú, recibió un explosivo de fabricación artesanal de alta potencia y lo colocó en un patinete eléctrico que aparcó cerca de la entrada de la casa de Ígor Kiríllov", añade. El organismo destaca que el crimen "se hizo con un coche de alquiler e instaló una cámara de vídeo con WiFi en su interior para supervisar la dirección del militar". El joven se enfrenta a una posible sentencia de cadena perpetua.

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