El rápido derrocamiento del régimen sirio a manos de los insurgentes, que este domingo conseguían liberar la capital del país, Damasco, lleva a hacerse unas cuantas preguntas acerca del conflicto y de la situación que se abre a partir de ahora en la nación árabe.
Horas más tarde de su huida de Siria, se conocía que Bashar al Assad y su familia habían puesto rumbo a Moscú puesto que las autoridades rusas les han concedido el asilo político por motivos humanitarios.
Lo que no consiguieron los rebeldes en 13 años de guerra, lo han logrado en apenas 11 días. ¿Cómo han conseguido tomar Siria en tan poco tiempo?
Edurne Arbeloa explica que el régimen de Bashar al Assad dependía de tres apoyos fundamentales: Rusia, Irán y Hizbulá, que esta vez no han acudido a su rescate. El motivo es que, en el caso de Moscú, Vladimir Putin está centrado en Ucrania y bastante tiene con esa guerra como para meterse en otro avispero. Irán tampoco ha querido hacerlo. Teherán pasa por horas bajas por su enfrentamiento con Israel y Hizbulá, más de lo mismo, la milicia chií libanesa está en su peor momento tras la ofensiva israelí que tanto le ha diezmado.
Hoy ha caído una dinastía, que ha estado en el poder durante más de 50 años en Siria. ¿Qué futuro político le espera al país?
Podemos decir que la incertidumbre es absoluta. Todas las miradas están pendientes del líder rebelde cuya facción, el Comité para la Liberación del Levante, ha tumbado al Gobierno. Se trata de Abu Mohamed Al Golani, un combatiente sirio que se dio a conocer en 2016 cuando rompió con Al Qaeda para crear su propia facción. El objetivo era claro: tumbar el régimen de Al Assad. Ha hecho esfuerzos por presentarse como un líder más moderado, más tolerante, para lo que ha ofrecido varias entrevistas a medios occidentales. Al pesar del marketing, la comunidad internacional se mantiene escéptica, la ONU le considera un terrorista y Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares por su captura.
Siria es una pieza fundamental en la estabilidad de Oriente Próximo. ¿Ahora la región se están reorganizando?
Sí, vemos que tras el ataque de Hamás, hace más de un año, el equilibrio de poder está cambiando. Ahora mismo, Irán sale de la ecuación. Una de las incógnitas es qué papel va a jugar Moscú a partir de ahora porque tiene importantes intereses en Damasco, como pueden ser bases militares. Y quien se está posicionando como un actor protagonista en la transición política de Siria es, sin duda, Turquía. Su presidente, Recep Tayyip Erdogan, ha decidido apoyar a los rebeldes.
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