El primer ministro francés, Michel Barnier, su equipo y hasta el propio presidente Emmanuel Macron han intentado hasta el último minuto evitar la caída del Gobierno. Los diputados de la coalición de izquierdas, Nuevo Frente Popular, y los de la ultranacionalista, Agrupación Nacional, votan a favor de destituir a Barnier.

“Es el momento de la verdad, el fin de un Gobierno efímero”, sentenciaba Marine Le Pen, líder de la ultraderecha durante la moción de censura en la Asamblea Nacional. Sin la posibilidad de adelantar las elecciones legislativas hasta el verano que viene, el nombramiento de un nuevo primer ministro es la única alternativa para salir de la parálisis.

La moción contra el gabinete de Barnier se ha llevado a cabo por el rechazo de los Presupuestos Generales de 2025, que solo fue apoyado por los macronistas y la muy minoritaria derecha clásica que representa el propio primer ministro. El Nuevo Frente Popular cuenta con 182 diputados que, sumados a los 143 escaños de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, han servido para desbancar al veterano político.

El Nuevo Frente Popular y Agrupación Nacional clamaron en la Asamblea Nacional contra el primer ministro, Michel Barnier. “Hoy hacemos historia”, afirmó el diputado Eric Coquerel, miembro de La Francia Insumisa. Coquerel acusó a Barnier de no negociar con el Nuevo Frente Popular las reformas presupuestarias que necesita Francia. Aunque aseguró que sí planteó alguna concesión a la extrema derecha.

Marine Le Pen le recriminó a Barnier su "sectarismo" y "dogmatismo" y subrayó que Macron ha elaborado unas cuentas públicas que castigan a la clase media y trabajadora. "El presupuesto que rechazamos hoy no sólo incumple las promesas (del primer ministro). No tiene dirección ni visión. Es un presupuesto tecnocrático que sigue cuesta abajo, con cuidado de no tocar el tótem de la inmigración descontrolada", recalcó.

Antes de su viaje oficial a Arabia Saudí, Macron ya estuvo sondeando a posibles candidatos. Uno de ellos era el ministro de Defensa, Sebastián Lecornu, que sí podría contar con el visto bueno implícito de Marine Le Pen. La prensa francesa baraja el del veterano centrista, François Bayrou.

Desde el grupo de Los Republicanos, Laurent Wauquiez, acusó a los promotores de la moción de optar por el caos en lugar de la responsabilidad: “Estamos bailando sobre un volcán y nos piden que demos un paso más hacia la inestabilidad institucional que precipitó la agonía de la IV República”. Lo que parece claro, es que Macron vuelve a ignorar al bloque de izquierdas. Muchos van más allá y piden ya la dimisión del presidente al considerarlo el verdadero responsable de la crisis en Francia.

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