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La ofensiva militar terrestre lanzada por Israel sobre el Líbano es la tercera invasión israelí en este país, la segunda para acabar con Hezbolá. Según informa Cristina Herráez en el vídeo, hace 18 años Israel también trató de acabar con la milicia chíi y no pudo, retiró a sus soldados amparándose en un alto el fuego de la ONU. Hezbolá lo tomó como una gran victoria.
El 12 de julio de 2006 comenzó la segunda guerra del Líbano de Israel contra Hezbolá. El detonante fue la emboscada de la milicia chií a militares israelís en la frontera. Dos soldados fueron capturados y llevados por Hezbolá al Líbano.
En lugar de negociar para su rescate, comenzó la guerra. Fueron 34 días de conflicto en los que Israel impuso el bloqueo aéreo y naval del país de los cedros.
El ejército israelí realizó ataques aéreos y de artillería mientras Hezbolá respondió con el lanzamiento de cohetes contra el norte de Israel.
Tras 10 días de ofensiva aérea, con ataques también a infraestructuras civiles, Israel comienza la incursión terrestre para empujar a Hezbolá lejos de la frontera, al norte del río Litani.
Comienza así una guerra de guerrillas que finalizó con un alto el fuego acordado en Naciones Unidas una resolución que exigía, entre otras cosas, la retirada de las tropas israelíes y de Hezbolá del sur del Líbano, y el despliegue de tropas de la ONU, de ahí la presencia de los cascos azules españoles.
Esta guerra terminó con más de 1.100 muertos en Líbano y 165 en Israel, pero tanto Hezbolá como el gobierno israelí se proclamaron vencedores. De hecho, Hezbolá, con un joven Hasssan Nasrala al frente, fue recibido como un héroe capaz de parar los pies a Israel. Mientras que en Israel, una comisión de investigación interna, aseguró que la guerra había sido una oportunidad perdida para acabar con la milicia chií.
Ahora, las Fuerzas Armadas israelíes han iniciado una nueva ofensiva militar terrestre "selectiva y delimitada" en el sur del territorio libanés después de una intensa campaña de bombardeos contra el partido-milicia chií Hezbolá. "De acuerdo con una decisión a nivel político, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzaron hace unas horas una operación terrestre selectiva y delimitada en el sur del Líbano contra objetivos terroristas e infraestructuras de la organización terrorista Hezbolá, en varias aldeas cercanas a la frontera, que representan una amenaza inmediata y real para los asentamientos israelíes en la frontera norte", han anunciado las FDI en su cuenta de la red social X.
El Ejército ha asegurado que se encuentra "luchando y actuando" para lograr su objetivo de guerra de lograr que los residentes del norte de Israel puedan volver a sus hogares a casi un año de su evacuación por el inicio de los ataques de Hezbolá en apoyo al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza.
Hezbolá, por su parte, ha asegurado haber causado bajas contra las fuerzas israelíes en los pueblos vecinos de Adaisse y de Kfarkela, ambos en el sureste del país y que prácticamente hacen frontera con Israel. Los milicianos islamistas también han lanzado un ataque de artillería contra una agrupación de soldados en el asentamiento israelí de Shtula, que hace frontera con el sur de Líbano.
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