Hezbolá ha confirmado este sábado la muerte de su secretario general, Hasán Nasralá, y ha anunciado su intención de continuar con la "yihad" contra Israel en apoyo a Palestina.
"Nasralá está ahora con Alá como gran mártir", han señalado en un comunicado publicado por la televisión Al Manar. Tras el anuncio, la mencionada cadena, afín al grupo, ha emitido rezos y ha dejado de dar información en directo sobre los bombardeos israelíes sobre Líbano.
Se trata del líder de una de las milicias libanesas calificada de terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea. El grupo también es un poder político dentro de ese Estado dividido y extremadamente débil.
Hasán Nasralá, clérigo chií de 64 años, pasó la mitad de su vida, más de tres décadas, al frente de Hezbolá. Nació en una familia pobre en una barriada de Beirut, era el hijo de un frutero y desde la escuela mostró un gran fervor religioso.
A los 32 años, tomó las riendas de la organización y convirtió a Hezbolá en un partido político, con una proyección más allá de ser una simple milicia o una cofradía religiosa. En 1992 se presentó a sus primeras elecciones y ganó doce escaños en el Parlamento libanés. Su antecesor en el cargo también fue asesinado por Israel.
Tras el ataque de este viernes en el perdió la vida Nasralá, el Ejército israelí ha exhibido un nuevo organigrama. Según dice, es la cadena de mando de Hezbolá, con once altos cargos ya asesinados.
Aparte de milicia, el partido de Dios (ese es su significado), cuenta actualmente con casi la mitad de escaños en el Parlamento libanés y dos ministros en el Gobierno.
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