La tensión entre Israel y Hezbolá sigue en aumento. Tras los ataques coordinados de los ‘buscas’ y de los walkie-talkies, el temor a una guerra abierta aumenta. Un equipo de Noticias Cuatro ha sido testigo de esto al acabar en medio de un fuego cruzado en Kiryat Shemona, al norte de Israel junto al lado de la frontera con el Líbano. Se trata del foco principal de conflicto donde Israel está bombardeando un centenar de posiciones ubicadas en la llamada 'línea azul'.
Nuestro compañero Marcos Méndez nos cuenta cómo han vivido esos momentos en los que se dirigían a conocer cómo estaban viviendo los vecinos el aumento de la escalada. “En la carretera escuchamos y vemos los antimisiles de Israel. Varios de Hezbolá cayeron cerca de nosotros, a 300 metros”, explica.
Nuestro equipo de Noticias Cuatro ha estado bajo el fuego cruzado entre Hezbolá e Israel. “Estábamos en un descampado y las explosiones cada vez eran más cercanas”, recuerda el periodista Marcos Méndez sobre los cuatro cohetes que cayeron, el último a 300 metros de ellos. Al ver lo que estaba sucediendo, todos se bajaron del coche y se tiraron al suelo. “Vimos los misiles en la frontera con el Líbano. El protocolo dice que si los ves cerca, hay que tirarse al suelo”, describe.
Lo que para el equipo fue un momento de terror y angustia, para los israelíes es el día a día. "Afortunadamente pararon”, añade poco después el reportero. Los residentes están acostumbrados a este tipo de ataques tras casi un año de guerra, asegura Méndez. La guerra deja ciudades fantasmas, donde han pasado de vivir 24.000 personas a no llegar al millar. Y es que los bombardeos se han incrementado con el paso de los meses y las alarmas para que se refugien no dejan de sonar: tan solo durante la mañana han impactado 200 misiles en el norte y se espera que esto vaya en aumento tras los recientes acontecimientos.
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