En Francia se han organizado numerosas manifestaciones, según informa Almudena Gómez, como muestra de apoyo a Gisèle Pélicot, la mujer drogada por su marido, Dominique Pélicot, durante años y agredida sexualmente por decenas de hombres. El juicio por este caso, que sacude e indigna a todo el país, comenzó a principios de este mes de septiembre.
El acto más multitudinario de este sábado se ha celebrado en París, concretamente, en la Plaza de la República. Una gran concentración donde cada dos minutos y medio ha sonado una alarma. Ese es el tiempo que hay entre una y otra violación en el país, según datos del Ministerio del Interior francés.
Dominique Pélicot, de 71 años, conocido como el monstruo de Mazán, está acusado de someter a su mujer a casi un centenar de violaciones, durante una década, bajo sumisión química, reclutando a los agresores sexuales a través de Internet.
La ley francesa no contempla como agravante la sumisión química en las agresiones sexuales, algo que en España existe desde octubre de 2022. Por ello, el abominable caso Pélicot hace que Francia reclame justicia para esta mujer de 72 años.
Dominique no lo hacía por dinero. Grababa los abusos y los guardaba, de hecho, también él participaba en esos perversos juegos sexuales. En sus archivos también había fotos de su hija dormida y desnuda. Caroline tiene hoy 46 años.
Gisèle, valiente, da la cara en el juicio contra sus agresores y pide que "la vergüenza pase del violado al violador". Además, define como "barbarie" las imágenes de los actos de los cuales, al estar drogada, nunca fue consciente.
De momento, el principal acusado, Dominique, ha evitado hasta en tres ocasiones sentarse en el banquillo, alegando estar enfermo y hospitalizado debido a problemas renales.
Su abogada, Beatrice Zavarro, ha señalado que "he oído cosas que sugieren que su ausencia ha sido a propósito, en absoluto. El señor Pélicot no está eludiendo su presencia y contestará a todas las preguntas". El juez ha solicitado un informe médico para comprobarlo.
Por ahora, 35 de los 50 hombres que aparecen en los vídeos abusando sexualmente de Gisèle reconocen su culpa y sólo tres han pedido perdón a la víctima. Han apuntado en sede judicial que creían que el estado de semiinconsciencia de la mujer era parte del juego sexual.
Uno de ellos, Jean Pierre Marechal, de 63 años, ha ido incluso más allá y ha reconocido que copió la técnica de Dominique, sedando a su esposa para abusar de ella. También ha confirmado que fue Pélicot quien suministraba los ansiolíticos.
Los acusados se enfrentan a penas de 20 años de prisión. En su caso, Marechal ha admitido que entendería que le condenasen a cadena perpetua.
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