Más de 20.000 españoles podrían fallecer en el año 2100 por la subida de la temperatura del planeta. Según un estudio de la revista The Lancet, actualmente hay 4.000 fallecidos por calor al año y las zonas con más mortalidad estimada para finales de siglo son Menorca con 103 muertes por cada 100.000 habitantes y Ciudad Real con 95 muertes. En 2023 el calor causó más de 47.000 muertes en Europa, por eso es recomendable comer bien ante una ola de calor y también tener precaución con las mascotas.
Estas muertes van a aumentar, sobre todo, porque la población cada vez está más envejecida. No es la primera vez que se alerta del aumento de las muertes por calor, pero es la primera vez que se muestra tan claro en un mapa. Los países donde más aumentarán estas muertes son Italia, Grecia, España y alguna zona de Francia. El sur del continente es y será el más afectado.
Desde 2003 las muertes por calor han aumentado año tras año, siendo un 30% más frecuentes en 2023. En España han muerto por calor 4.414 personas en lo que va de 2024, para 2100 se esperan concretamente 20.194, cinco veces más. Todo esto es suponiendo que la temperatura aumente tres grados a finales, que es el escenario que parece que tendremos con las políticas climáticas actuales.
En Europa, con la subida de tres grados, las muertes por calor se triplicarán, pasando de 43.279 en este 2024 hasta 128.809 en el año 2100. Hay que tener en cuenta una variable importante que se maneja en el estudio, el envejecimiento de la población en Europa, ya que más edad y más calor no es una buena combinación. La investigación refleja la necesidad de “reforzar las políticas para limitar el calentamiento global y proteger a las regiones y miembros de la sociedad más vulnerables” de los efectos climáticos.
Actualmente en Europa mueren ocho veces más personas por frío que por calor, pero el ratio de muertes por frío-calor “cambiará dramáticamente durante este siglo, con un aumento de las atribuidas a las altas temperaturas en todas las partes de Europa”, indicó Juan Carlos Ciscar, investigador del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC).
En contraste, países como Noruega y Suecia podrían ver un aumento en las muertes por frío debido al crecimiento en la población anciana, a pesar de la disminución general en otras regiones. El estudio utiliza datos de 854 ciudades europeas y también estima que las muertes por frío disminuirán. Las muertes atribuidas al frío podrían reducirse ligeramente: de las 363.809 actuales hasta las 333.703 en 2100.
Los autores del estudio reconocen limitaciones, como la posible “sobreestimación” de las muertes debido a que los datos se basan en áreas urbanas, donde las temperaturas suelen ser más extremas que en zonas rurales y los resultados no tienen en cuenta el género, la etnia ni los efectos sobre los bebés, también vulnerables a las temperaturas extremas.
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