El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha vuelto a Australia como un hombre libre. En su país natal se ha reencontrado con su mujer Stella Assange -a quien ha besado de forma pasional- y con sus dos hijos de cinco y siete años. Según informa Gonzalo Aguirregómezcorta, se ha fundido en varios abrazos con su padre tras su llegada al aeropuerto. Toda una hazaña que ha conseguido después de lograr que no fuese extraditado a Estados Unidos.
Julian Assange ha aterrizado en una noche bien fría en el Aeropuerto Internacional de Camberra después de unas siete horas de vuelo tras partir de Saipan, las Islas Marianas. El periodista se ha declarado culpable por conspirar para la obtención y publicación de los papeles de Wikileaks para obtener la ansiada libertad.
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha aterrizado ya en Australia. En el aeropuerto se han vivido momentos de gran emoción cuando el periodista ha cogido en brazos a su mujer -antes de besarla- y ha abrazado a su padre. Ambos han liderado la lucha por su liberación. Assange ha tenido que ceder y declararse culpable de un delito de espionaje por el que ha sido condenado a una pena que la justicia estadounidense da ya por cumplida.
Los hechos han ocurrido en un juzgado de Saipan, en las Islas Marinas y territorio de Estados Unidos en el Pacífico, donde Assange ha comparecido este mismo miércoles. A puerta cerrada, el líder de Wikileaks le ha explicado a la jueza que “trabajando como periodista, animó a su fuente a darle información clasificada para poder publicarla”. Una actividad protegida por la Primera Enmienda, la de la libertad de expresión, que -según Assange- entra en contradicción con la Ley de espionaje. Así, ha argumentado que, dadas las circunstancias, sería difícil ganar el caso.
La mujer de Julian Assange, Stella Assange, ha declarado que su marido “necesita tiempo y recuperación para acostumbrarse a la libertad” y pidió “espacio y privacidad antes de que decida hablar de nuevo”. “Julian quería estar aquí hoy, pero me ha pedido que lo haga. Tenéis que entender por lo que ha pasado. Necesita tiempo, necesita recuperarse y esto es un proceso…”, ha afirmado Stella Assange en una rueda de prensa en un hotel de Canberra, en la que indicó que su esposo necesita “volver a acostumbrarse a la libertad”, ha explicado.
“Os pido por favor que nos deis el espacio y la privacidad para encontrar nuestro lugar y que nuestra familia pueda ser una familia antes de que pueda hablar de nuevo cuando él elija”, ha añadido. Con este acuerdo, Assange y Estados Unidos ponen punto y final a una dura batalla legal que comenzó en 2010 tras la revelación de miles de informes y documentos sobre la guerra de Afganistán e Irak, que ha costado al líder de Wikileaks 12 años privado de libertad.
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