Este sábado, 8 de junio, se celebra el Día Mundial de los Océanos. Evitar que la contaminación llegue a los mismos es uno de los mayores retos para su conservación. En Chile están poniendo en marcha una iniciativa sencilla, original y barata para limpiar el agua de aceites e hidrocarburos.
Se trata de un proyecto para la gestión de residuos que nació, literalmente, de la cabeza de los investigadores, según informa Aurelio Megía para Noticias Cuatro.
Quitando a los calvos, el resto de las personas pueden poner freno a la contaminación de ríos, mares y océanos usando una parte de su cabeza: el pelo.
Mattia Carenini, gerente de Matter of Trust, asegura que "el impacto es muy potente. Una persona, cuando se corta el pelo en un salón, puede limpiar más de 20.000 litros de agua".
"Eso es lo bonito de este proyecto. Todos podemos ser parte de esto y podemos participar de manera significativa. Es impresionante lo mucho que podemos ayudar al medioambiente", añade Carenini.
El sistema 'Petropelo', que comenzó la fundación chilena Mater Of Trust, usa el pelo para descontaminar el agua de hidrocarburos y metales pesados gracias a la gran porosidad del cabello, que le proporciona una alta capacidad de absorción.
Si se emplea en la limpieza de hidrocarburos, basta con un solo kilogramo de cabello para aclarar un promedio de cinco litros de hidrocarburo, llegando incluso a las nueve veces. "Y solo con eso podemos limpiar más de 750.000 litros de agua", subraya Carenini.
La eficacia de las simples barreras hechas con pelo ya ha quedado demostrada a lo largo de los tres años que lleva en marcha este método.
Constanza Soto, jefa de equipo, explica que "en esta zona fluían aguas grises desde una fábrica y al final toda el agua llega al mar. Lo que hicimos fue instalar productos que llamamos 'booms'. Son cuatro botavaras, dos en la parte delantera y dos en la trasera, junto con una alfombrilla para el cabello. Esperamos que esto pueda absorber todos los coliformes fecales, algunos aceites que se usan en el hogar y en las industrias".
"Lo que hacemos con las barreras es recuperar el cabello de los salones, lo colocamos en redes y esas redes permanecen en las fuentes de agua durante 30, 40 ó 50 días. Allí capturan continuamente los hidrocarburos a través de la adhesión", apunta.
Lo bueno de este plan es que en él pueden participar todos los peludos. Luisiana Gil, peluquera canina, señala que "tiramos papeleras de pelo todos los días y si podemos hacer algo con las cosas que van a la basura, es impresionante lo que podemos ayudar al medioambiente".
Dicho proyecto se extenderá a otros 20 países en los que la fundación Mater of Trust tiene presencia.