Vladimir Putin ha ganado las elecciones presidenciales en Rusia después de tres días de votaciones sin auténticos rivales en las papeletas. Será su quinto mandato, hasta 2030, en plena guerra con Ucrania y tras la muerte de Alexei Navalni. El presidente ruso ha logrado un 87,5 por ciento de apoyo con más de una cuarta parte del voto contabilizado, según informan Javier González y Almudena Gómez.
Los otros candidatos (Davankov, Jaritonov y Slutski) solo han obtenido un paupérrimo tres por ciento en una jornada electoral que ha transcurrido con pocos incidentes en la zona alejada de la guerra de Ucrania.
No obstante, al menos 75 personas han sido detenidas por escribir en los en las papeletas mensajes como ‘no la guerra’ y otros de apoyo a Navalni. Precisamente, algunos seguidores del disidente ruso han acudido a su tumba para depositar en su en su tumba los votos que no pudieron darle en vida.
A ellos, se ha sumado la iniciativa bajo el lema ‘Mediodía contra Putin’, que ha reunido a cientos de miles de personas convocadas por el entorno del fallecido opositor Navalni en largas colas en los colegios electorales desde las 12:00 del mediodía para llenar las urnas con papeletas de cualquiera de los otros tres candidatos. En ningún caso iban a ganar, pero el recuento de sus apoyos si reflejaría el descontento de muchos.
“Me gustaría esperar un cambio, no sé si va a ocurrir o no, pero creo que mi voz es importante”, ha comentado una joven en una de esas colas.
Fuera de Rusia, las colas se han multiplicado frente a embajadas y consulados de Tokio, Paris, Tel Aviv, Milán o Londres.
En Berlín, entre la gente, la viuda de Navalni ha posado en selfis. “Si se pregunta que he escrito en la papeleta, a quien he votado. Por supuesto he escrito Navalni, porque solo un año antes de las elecciones el principal oponente de Putin, que ya estaba en la cárcel, fue asesinado”, ha expresado Yulia Navalnaya.
Frente a esta embajada, se ha expuesto un enorme Putin en un baño de sangre y urnas transparentes que han convertido en trizas las papeletas de unas elecciones que nunca dejaron de ser una farsa.