Los agricultores en la India protestan con unas exigencias similares a los españoles. Tras ver cómo el sector agrario corta las carreteras en comunidades como Cataluña, comienzan a llegar las imágenes de este país que tiene una población de 1.400 millones de personas. Más de la mitad de los habitantes se dedican este sector.
Las autoridades han desplegado el Ejército para blindar la ciudad de Nueva Delhi ante el avance de los tractores y los agricultores. En algunos distritos, han cortado el acceso a Internet. “Nuestras exigencias siguen siendo las mismas. Crear la Ley de Garantía y fijar los precios de los cultivos”, dice Sarvan Singh Pandher, secretario general de la Unión de Granjeros de Punjab.
Una marcha multitudinaria de agricultores se dirige a Nueva Delhi para exigir garantías legales para su producción del país. Las autoridades de la ciudad comenzaron a emplear gas lacrimógeno para evitar el avance y la tensión entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes continúa aumentando. Y es que el 60% de la población se dedica al sector agrario.
Los campesinos fueron convocados por varias asociaciones de agricultores que exigen al Gobierno la promulgación de una ley que garantice los precios mínimos de venta sobre la producción (MSP), una política gubernamental creada para proteger el valor de las cosechas ante la fluctuación del mercado. Esta petición ya movilizó a los campesinos indios hace dos años, cuando acamparon casi 15 meses en las fronteras de la ciudad.
Con el lema de ‘Chalo Delhi’, centenares de agricultores procedentes de los Estados vecinos de Haryana, Uttar Pradesh y Punyab han salido a las calles. Estas protestas han comenzado después de que los representantes de los trabajadores del campo no llegasen a un acuerdo con el ministro Arjun Munda y con el titular de la cartera de Textiles, Piyush Goyal.
La agricultura en India aporta un 20% del PIB. Una cifra bastante alta si la comparamos con España, donde es tan solo de un 2,5%. Así, el país representa el 7,5% de la producción agrícola mundial. La vuelta a las calles por parte de los campesinos se produce a pocos meses de las elecciones generales, lo que supone un gran pulso para el primer ministro indio, Narendra Modi, que se postula como el favorito para ganar estos comicios y asegurar su tercer mandato consecutivo.