Los ganadores de los Juegos Olímpicos en París -que se celebrarán el próximo 26 de julio- se llevarán un trozo de la Torre Eiffel en las medallas. Hasta ahora, los organizadores tenían el hierro fundido en un lugar secreto. Cada persona que suba al podio se llevará colgado del cuello un recuerdo de la ciudad francesa.
"Las medallas son objetos que tienen unas reglas: el tamaño, la forma, el peso. Entonces nos preguntamos cómo podríamos marcar la diferencia con esas medallas", explica Thierry Reboul, director creativo de París 2024. "A medida que la Torre Eiffel sufrió alguna renovación, piezas originales se dejaron en un almacén en la región de París y tuvimos la suerte de poder recuperarlas", añade.
París pone el listón alto con su creatividad en las medallas. En total, más de 5.000 personas viajarán por el mundo con un pedacito de la ciudad. Cada una va decorada con un hexágono fabricado con hierro original de la Torre Eiffel. Pero aún hay más. En el reverso, añadieron un dibujo del monumento símbolo de París y de toda Francia. En el caso de los Juegos Paralímpicos, que también llevarán un fragmento de la Torre Eiffel, la vista del monumento es desde la parte baja y las inscripciones están en braille, lenguaje para ciegos creado por el francés Louis Braille en 1825.
Y el encargo lo recibió la prestigiosa joyería francesa llamada ‘Chaumet’ y que está situada en la lujosa plaza Vendôme. “Es la primera vez que un joyero diseña las medallas de unos Juegos, es todo un símbolo”, consideró Antoine Arnault, heredero del grupo de marcas de lujo LVMH, propietario de Chaumet.
El diseño del oro representa un sol, que pretende marcar el brillo del país. En el centro, se sitúa el fragmento hexagonal -guiño a la forma que tiene el mapa de Francia- de la Torre Eiffel, encontrado en el archivo de los talleres del constructor de la “dama de hierro”.
En la otra cara, el Comité Olímpico Internacional (COI) impone que figure la diosa Atenea saliendo del estadio panatinaiko de la capital griega, como vínculo de unión con los Juegos antiguos. Pero París ha recibido el permiso de incluir también en esa cara un dibujo de la Torre Eiffel, en homenaje al barón Pierre de Courbertin, padre de los Juegos Olímpicos modernos.