La justicia estadounidense ha condenado a la madre de Ethan Crumbley, el autor de un tiroteo en un instituto de Michigan en el año 2021, con cuatro cargos de homicidio involuntario. Es la primera vez que ocurre una situación así. La fiscalía acusa a la madre de haber entregado el arma a menor. También se le acusa por no impedir el tiroteo en el que mató a cuatro compañeros e hirió a otros siete. La madre también ha sido condenada por negligencia al ignorar las advertencias del instituto por los problemas de salud mental de su hijo de 15 años.
Además, la madre había estado practicando tiro con su hijo. Ahora, puede enfrentarse a 15 años de cárcel. Es una decisión inédita que responsabiliza a una madre por los actos de un hijo. El padre también será enjuiciado en marzo por los mismos cargos que la madre. Ethan ya fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de revisión el año pasado, después de que se le acusara de terrorismo, lo cual permitió que se le juzgue como a un adulto
Los padres del niño le regalaron la pistola semiautomática el día posterior a Acción de Gracias de 2021. Cuatro días después el chico introdujo el arma en el instituto, se metió al baño y sacó el arma de su mochila. Tras esto, salió del baño y comenzó a disparar a cualquiera que se cruzase con él. Sus víctimas tenían entre 14 y 17 años, y entre los heridos se encontraba uno de sus profesores.
El fiscal del condado de Oakland, Karen D. McDonald, consideró que los padres podían haber hecho algo por detener a Ethan, ya que horas antes de que ocurriese la matanza encontraron al hijo dibujando un arma en el cuaderno junto a un texto en el que ponía: ‘Los pensamientos no paran. Ayudadme. Mi vida es inútil, el mundo está muerto’. Después de este hecho los padres acudieron al instituto, pero no obligaron a Ethan a enseñar el interior de su mochila, tampoco se lo llevaron a casa y le permitieron volver a entrar en la clase.
Cuando sucedió todo, el instituto trató de contactarles por llamada y por correo electrónico, pero no obtuvieron respuesta. Se sabe que la madre mandó un mensaje a su hijo tras el tiroteo que decía lo siguiente: ‘LOL. No estoy enfadada contigo, pero que la próxima vez no te cojan’. Los dos progenitores se dieron a la fuga hasta que fueron detenidos pocos días después en un centro comercial de Detroit, una ciudad relativamente cercana.