Estados Unidos ha lanzado esta pasada noche una serie de ataques contra más de 80 posiciones de milicias proiraníes en Siria e Irak, como represalia a la muerte el fin de semana pasada de tres militares norteamericanos en la frontera entre Siria y Jordania y, por extensión, los más de 160 ataques recibidos por las fuerzas de EEUU desplegadas en la región desde el estallido de la guerra entre Hamás e Israel el pasado 7 de octubre.
Los ataques comenzaron en torno a las 22.00 horas del viernes, según anunció en un comunicado el Mando Central del Ejército de Estados Unidos, el CENTCOM, y "fueron específicamente dirigidos contra 85 objetivos pertenecientes a la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán y sus grupos milicianos afines". Para ello, el Ejército norteamericano -- y, particularmente, bombarderos B-1, según fuentes militares a CNN -- empleó "más de 125 municiones de precisión" que alcanzaron "centros de mando y de control de operaciones, centros de inteligencia, cohetes y misiles, almacenes de vehículos no tripulados e instalaciones de suministro de munición y logística". La operación duró aproximadamente 30 minutos y, si bien no ha dado información sobre bajas, fuentes locales sirias e iraquíes hablan ya de casi cuarenta muertos.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una red de activistas especializada en el conflicto de Siria y con fuentes en el interior del país, han confirmado al menos 23 fallecidos en los ataques norteamericanos allí, que han alcanzado al menos 17 posiciones de las milicias proiraníes en las inmediaciones de la localidad de Mayadin, uno de sus grandes centros de operaciones en el este del país, así como en Bokamal, a tres kilómetros de la frontera de Irak, siguiendo el curso del Éufrates.
Las fuentes del Observatorio también tienen constancia de ataques en las localidades de Ashara, Quria y Tabti, en las zonas rurales de la ciudad de Deir Ezzor, la capital de la provincia homónima levantada a la orilla izquierda del río, y situada a unos 120 kilómetros de la frontera iraquí. De los fallecidos, 13 han sido identificados en Mayadin y 10 en Deir Ezzor. Entre ellos hay nueve combatientes sirios.