Un buque con miles de animales de ganado a bordo, 14.000 ovejas y 2.000 vacas, se encuentra atracado en un puerto de la ciudad de Hillarys (Australia) tras realizar 4 semanas de viaje. Se estima que el valor de los animales a bordo ronda los dos millones de dólares australianos (aproximadamente 1,2 millones de euros). La embarcación salió de Australia con rumbo a Jordania, y tuvo que desviarse del Mar Rojo por motivos de seguridad. De momento, hasta nueva orden no partirán, además, se está valorando si deberán cambiar de ruta. Los animales no pueden desembarcar sin guardar antes cuarentena según la ley australiana. Cabe destacar también que el país se encuentra en plena ola de calor, ya que se llegaron a registrar 39ºC en la ciudad de Perth.
La principal causa de esta situación son las alteraciones en el transporte marítimo mundial debido a los sucesivos ataques a las embarcaciones que atraviesan el Mar Rojo. Los ataques se iniciaron el pasado 15 de diciembre por parte de los hutíes de Yemen. Esta organización política y armada cuenta con el apoyo de Irán y se opone a Israel y su guerra en Palestina que dura ya casi cuatro meses. Estados Unidos y Reino Unido ya están respondiendo con ataques aéreos contra diversos enclaves hutíes.
Activistas defensores de los derechos de los animales de todo el mundo denuncian esta situación. El propio ministro de agricultura australiano, Adam Fennesy, asegura que no debería haber duda en que la bioseguridad y el bienestar del ganado son sus prioridades. El DAFF (Departamento de Agricultura, Pesca y Silvicultura de Australia) asegura que no hay signos de preocupación significativa de salud o bienestar con el ganado a bordo. También han decidido que haya un veterinario colegiado y un ganadero acreditado que realicen revisiones periódicas del estado de los animales.
En España entró en vigor el 29 de septiembre del año pasado la Ley de Bienestar Animal, una ley que, además de afectar a los propietarios de mascotas que conviven en las casas con nosotros, también afecta a las especies silvestres que se encuentran bajo el cuidado humano. El principal objetivo según el Ministerio de Derechos Sociales es “luchar contra el maltrato, el abandono y el sacrificio de animales”, que se refleja en penas de más de un año en prisión y en caso de muerte hasta tres años. Algunas medidas que se han llevado ya a cabo son la prohibición de circos con animales, la comercialización de animales en tiendas de mascotas o esterilizar a los animales para evitar la reproducción incontrolada.