El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha definido a China como un socio imprescindible. A pesar del malestar de Estados Unidos, el jefe del Ejecutivo ha dicho que hay que reforzar relaciones comerciales con China siempre de la mano de la Unión Europea. El jefe del Ejecutivo, que ha pedido equilibrar la balanza comercial, dice que ambos apuestan por "seguir desarrollando una agenda positiva entre nuestros países sobre la base del respeto y la confianza mutua".

Sánchez ha exhibido su buena relación con el presidente de China en plena guerra comercial en su visita a China. La reunión con Xi Jinping, su tercera visita con el líder del gigante asiático, ha durado casi tres horas. "No debemos dejar que las tensiones comerciales se interpongan al potencial crecimiento de nuestra relación entre China y España, y entre China y la Unión Europea", ha recalcado.

Pedro Sánchez y Xi Jinping han paseado por los jardines, se han dado un apretón de manos y han tenido unas buenas palabras durante la visita. El líder del gigante asiático, sin referirse a Estados Unidos, ha abogado por reforzar el multilateralismo. En frente, Sánchez ha verbalizado el acercamiento entre ambos países. “Le ha trasladado a Xi Jinping que las guerras comerciales no son buenas, no gana nadie. Probablemente, el mundo necesita que China y EE.UU hablen”, ha afirmado Sánchez.

Sánchez ha manifestado que España “ve a China como socio de la Unión Europea” y que “siempre trabajará para favorecer unas relaciones sólidas y equilibradas entre China y la UE”: "España es partidaria de unas relaciones entre la Unión Europea y China más equilibradas, de encontrar soluciones negociadas a nuestras diferencias, que las tenemos, y de una mayor cooperación en ámbitos de interés común".

La reunión ha demostrado una sintonía que no ha gustado a la administración Trump y que en España, el Partido Popular ha considerado inoportuna. El presidente del Gobierno ha evitado confrontar con Estados Unidos mientras que las críticas nacionales las ha despachado recordando que Gobiernos del PP han buscado reforzar anteriormente las relaciones con China.

"¿Alguien sabe qué opina la Unión Europea de esta visita unilateral de Sánchez? Sí, lo sabemos. No gusta a la Unión Europea. Lo sabemos por nuestros socios europeos, lo sabemos por los primeros ministros europeos, que no gusta que Pedro Sánchez vaya de una manera unilateral a China", han criticado desde el PP.

“La política exterior de España es coherente y consecuente con lo que la Unión Europea ha hecho”, ha recalcado. Sánchez ha querido dejar claro que este viaje está coordinado con Europea, un nombre que ha repetido mucho. Todo para apuntalar su idea de ser el puente el constructor de alianzas con China. Eso sí, siendo más equilibradas para reducir la enorme diferencia entre lo que compramos y vendemos en China, donde no ha querido entrar en la creciente tensión en medio de la guerra de los aranceles.

"Queremos contribuir a esa relación positiva, que creo que ha sido mutuamente beneficiosa, y al mismo tiempo creemos necesario seguir avanzando en el establecimiento de unas relaciones sólidas entre China y la Unión Europea, y también entre China y España", ha subrayado Sánchez, quien ha resaltado que la política exterior de España “no va contra nadie”: “Creemos que la política exterior de España no va contra nadie. Va a favor del entendimiento entre países, de la defensa del orden multilateral y del libre comercio".

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