Hoy se cumplen cinco años del inicio del confinamiento. Los aplausos y el teletrabajo, entre otras muchas cosas, irrumpieron en nuestra rutina. Fueron 100 días llenos de momentos e imágenes memorables para todos nosotros. Durante ese tiempo, han pasado desde que el virus nos encerró en casa y vació nuestras calles. Los hospitales estaban colapsados mientras los sanitarios lo daban todo con su esfuerzo incansable por salvar vidas. Y por eso, todos nos congregábamos a las 20:00 horas para aplaudirles.

Durante la pandemia, no nos faltó ingenio para entretenernos. Desde las sesiones deportivas hasta la adaptación de los espacios de la casa. El humor, entre otras actividades, nos servían para sobrellevar lo que pasaba fuera. El Palacio de Hielo de Madrid se convirtió en una morgue improvisada y la mascarilla, que al principio era extraña para todos, se convirtió en imprescindible.

Las compras se limitaron y aumentaron los paseos de mascotas. Poco a poco, fuimos volviendo a la vieja normalidad. Araceli, hoy ya con 101 años, fue la imagen de la esperanza: la primera vacunada de España. Con ella, comenzó el principio del fin de una pesadilla que ya parece muy lejana. Cuando se decretó el estado de alarma, las calles de España quedaron desiertas. Un virus letal encerró a todo el país en sus casas y esta era la medida más eficaz para evitar su propagación.

En medio de la desolación, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), salía cada semana para tranquilizar e informar a la población de todo lo que se sabía de este desconocido virus. Hoy, ha vuelto a recordar la gestión de aquellos meses fatídicos: “Nunca defendí, nunca he defendido y nunca defenderé posiciones políticas que no concuerden con el criterio técnico científico”.

“Durante la pandemia, hubo propuestas políticas que se pusieron sobre la mesa y que conseguimos entre los técnicos del Ministerio, de las comunidades autónomas, del Instituto de Salud Carlos IIII, que se pararan o se cambiaran o se pospusieran a momentos en los que no iban a tener un impacto grave sobre la salud”, señala Simón.

“Todo se puede hacer mejor. Ahora, hemos aprendido de la pandemia y se han desarrollado muchas herramientas, pero es cierto que en aquel momento era difícil plantear acciones diferentes a las que se plantearon”, concluye el director del CCAES sobre esta pandemia que ha marcado a toda la sociedad.

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