Gerard Piqué ha salido del juzgado sonriendo, pero dentro el exfutbolista se ha roto y, entre lágrimas, ha defendido su labor para llevar la Supercopa a Arabia Saudí. Piqué ha declarado en los juzgados de Majadahonda, Madrid, como investigado por el papel que jugó, junto a Luis Rubiales, en las negociaciones que llevaron la competición al país saudí y por las que se pactó una prima de 4 millones anuales para su empresa. Según informa Isabel Sanz en el vídeo, el exfutbolista le ha dicho a la jueza que no es amigo del expresidente de la RFEF y que no le pagó por su mediación. En su último turno de palabra, Piqué ha roto ha llorar y se ha quejado amargamente de lo largo del proceso y del daño que está haciendo a su reputación

El exfutbolista del FC Barcelona ha negado haber pagado al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol o a la entidad por actuar como intermediario de los saudíes en el contrato para el traslado de la Supercopa de fútbol masculino de España a Arabia Saudí.

También ha negado irregularidades en la comisión de 4 millones anuales, a abonar durante 10 años, que su grupo empresarial, Kosmos, pactó recibir de la empresa pública saudí SELA por el contrato que firmó la RFEF para llevar la competición al país árabe.

El exjugador blaugrana ha defendido que su comisión fue pactada entre su empresa y SELA, con quien en un principio llegó a un acuerdo verbal, que ha calificado de "pacto entre caballeros", hasta que se firmó el contrato.

Piqué, que no ha hecho declaraciones a los periodistas ni a la entrada ni a la salida de los tribunales, ha declarado en la misma línea que defendió su abogado en un escrito que presentó ante el juzgado. La defensa aportó 15 facturas emitidas por Kosmos a la Federación de Fútbol de Arabia Saudí (SAAF) por importe global de 12 millones de euros, así como comprobantes bancarios y una cadena de correos electrónicos. Dicha suma se ha ido abonando a una cuenta de Kosmos que la jueza bloqueó el pasado abril en el marco de la investigación.

El abogado de Piqué defendió que dicha documentación evidencia "la normalidad en la relación contractual y la aceptación de los servicios de intermediación efectivamente prestados".

En sede judicial, este viernes, Piqué ha respondido durante casi dos horas a la jueza, al fiscal y a su abogado y ha asegurado estar orgulloso de haber conseguido el que considera el mejor contrato de la RFEF.

Asimismo, ha incidido en que, si en algún momento dio a entender que tenía el encargo de la Federación para mediar en la Supercopa, lo rectificó en una rueda de prensa. Según ha recalcado, nunca ha abonado ningún pago ni a Rubiales ni a la Federación por este o cualquier otro negocio.

En el marco de la declaración, el exdefensa blaugrana ha explicado que fue un trabajador de Kosmos quien le puso en contacto con la empresa saudí SELA y organizó una reunión en enero de 2019 con dos ejecutivos de dicha compañía para negociar el traslado de la competición, tal y como consta en la cadena de correos electrónicos que aportó este jueves su defensa.

Al hilo, el exjugador ha manifestado que en un principio el acuerdo con SELA fue verbal; en concreto, lo ha calificado como un "pacto de caballeros". También ha explicado que una vez que la negociación se consolidó, propuso a SELA cerrar la posición de Kosmos y hablaron con la RFEF para conseguir dicha protección a través de una cláusula en el contrato que los saudíes finalmente admitieron.

Según ha relatado, la comisión de 4 millones anuales se firmó con los saudíes en septiembre de 2019, el mismo día que SELA y la RFEF suscribieron el contrato de la Supercopa, algo que ha defendido es lo habitual en estos casos.

El exinternacional también ha señalado que al principio Kosmos tuvo problemas para cobrar dicha comisión y que, en su intento de solucionarlo, llamó a Rubiales para que le ayudara, aunque no ha precisado si el expresidente de la RFEF intervino en el asunto. Lo que sí ha manifestado es que finalmente se emitieron los pagos.

Al cierre de su intervención, Piqué ha pedido la palabra visiblemente emocionado para asegurar que le parece una injusticia estar involucrado en esta causa desde más de un año.

El exfutbolista ha comparecido en sede judicial 10 meses después de que la magistrada Delia Rodrigo acordara incluirle en la lista de imputados, en la que figuran los expresidentes de la RFEF Luis Rubiales y Pedro Rocha, quienes ya declararon en esta causa en la que se investigan presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales.

La instructora le imputó al apreciar indicios delictivos en la comisión que cobró Kosmos por parte de SELA. La jueza recalcó que el contrato incluyó unas adendas por las que se prorrogaban los acuerdos cuatro años más, pactándose mantener una prima de éxito en favor de una "tercera parte agente" que sería Kosmos durante los años de la prórroga. "En definitiva, para la RFEF habrá supuesto, si se cumple el acuerdo hasta su término, unos ingresos de 400 millones y para la empresa de Piqué 40 millones", indicaba la jueza.

En esta línea, la instructora ponía el foco en una cláusula que se denominó "esencial" por la que la RFEF "trataba de garantizar el pago de la comisión de 4 millones de euros anuales en favor de Kosmos, aun cuando esta empresa formalmente sería la comisionista de SELA". También subrayaba que, "al tiempo del contrato", Piqué era jugador activo del FC Barcelona, que participaba en la Supercopa.

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