El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, cambió de móvil solo una semana después de saber que el Tribunal Supremo iba a investigarle por revelación de secretos, uno de los frentes judiciales que afectan al Gobierno. Así, borró todos los mensajes entre el ocho y el 14 de marzo, los días clave para aclarar si hubo o no una filtración del correo del abogado de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, según informa Susana Camacho.
La Guardia Civil no encontró mensajes en el teléfono del fiscal general del Estado. “Yo sé lo que hice, yo no filtré ningún correo”, dijo Ortiz, quien cambió de móvil una semana después de que el Supremo le empezase a investigar. Hoy, repasamos la cronología de los hechos.
El 16 de octubre, el Supremo determina por unanimidad imputar -por primera vez en democracia- al fiscal general del Estado por un presunto delito de revelación de secretos. El 23 de octubre, García Ortiz decide cambiar de terminal telefónico y borra los mensajes entre el ocho y el 14 de marzo. El 30 del mismo mes, la Guardia Civil registra su despacho durante 10 horas e incauta su móvil.
Los agentes analizan los dos números de teléfono: uno del que recibe mensajes de la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, y otro a nombre de un organismo dependiente del Ministerio de Hacienda. Las autoridades concluyen que “el inicio de actividad de los IMSIs aparejados a estos IMEIs es de fecha del 23 de octubre de 2024, es decir, se habría producido un cambio de terminal telefónico ese día respecto a las tarjetas precitadas”.
La Fiscalía argumenta que una instrucción de 2019 aconseja a los miembros de la institución a borrar los dispositivos electrónicos por motivos de seguridad. De momento, cierre de filas total con García Ortiz. La semana que viene declarará como testigo en este caso el jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez.
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