El tradicional discurso de Nochebuena del rey Felipe VI está, este año, marcado por la DANA que arrasó Valencia. Una tragedia que también ha provocado un giro en la estrategia de comunicación de la Casa Real, Según informa Carlota Núñez en el vídeo, el de este año es un discurso importante y marcado por cambios en la Casa Real, hay un nuevo jefe de la Casa, más mujeres en puestos directivos y, también, innovaciones en la forma de comunicar de los reyes y sus hijas.
Una de las imágenes más impactantes de los días posteriores a la DANA fue la de los reyes cubiertos de barro recibiendo gritos e improperios de algunos vecinos en Paiporta. Don Felipe y Doña Letizia trataron de calmar sus nervios y hablaron con ellos como si no les estuvieran grabando. Aquella visita en caliente pudo parecer un error, pero la Casa Real ha sido capaz de darle la vuelta.
Los reyes han viajado hasta Valencia en cuatro ocasiones, consiguiendo cambiar el lanzamiento de barro y los gritos por selfis, aplausos y abrazos. Esta es, quizá, la prueba más evidente del cambio en la estrategia de comunicación de Casa Real.
El giro se ha visto también en su forma de actuar con la prensa. En la visita de los reyes a Chiva y Utiel pudimos ver a Don Felipe y Doña Letizia contestando abiertamente a las preguntas del periodista Carlos Alsina. De la rigidez se ha pasado a una imagen más natural, cercana y actual… RESP LETIZIA RAPEANDO…
Este giro de comunicación se nota en los discursos de la reina Letizia y, también, en las redes sociales. La Casa Real ha estrenado nuevo perfil en Instagram, con un lenguaje más juvenil y con la princesa Leonor como gran protagonista.
Casi desconocida, desde que la princesa de Asturias cumplió los 18 años sus apariciones públicas se han multiplicado. Su vida en el ejército, la relación con su hermana y sus momentos más familiares se han convertido en un gran activo para mejorar la reputación de una institución ensombrecida por los escándalos del rey emérito, con cada vez más partidos políticos cuestionando su continuidad y que ha arrastrado también las consecuencias de su intervención en el desafío independentista de 2017.
Desde entonces más transparencia, más espontaneidad y unos retratos poco habituales en la monarquía española, muestra de la versión actualizada y calculada, que se empieza a instalar 10 años después de la coronación de Felipe VI para afianzar su reinado.
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