El Gobierno vuelve a estar contra las cuerdas por uno de sus socios de investidura. Según informan María Galán y Carlota Núñez en el vídeo, Carles Puigdemont eleva el tono de sus amenazas de ruptura con Moncloa y afirma que un portazo de la Mesa del Congreso a tramitar la proposición no de ley de Junts para que el presidente Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza habría llevado "la legislatura al colapso".

Carles Puigdemont sabe que sus siete diputados en el Congreso son imprescindibles y por eso aprieta las tuercas al máximo y pide que su iniciativa para que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza no acabe en un cajón porque la legislatura iría al colapso. La amenaza del líder de Junts es muy clara: o cambia la relación con el Gobierno o se acabó el apoyo, no siquiera se sentarán a negociar los presupuestos.

Fuentes de La Moncloa dicen que no les sorprenden de las amenazas de Puigdemont porque forma parte de la estrategia política de Junts per Catalunya para diferenciarse de los partidos del bloque de la investidura.

Con la mayoría del PSOE y Sumar en la Mesa del Congreso se ha decidido no resolver aún la admisión o no a trámite de la proposición no de ley de Junts para que Sánchez se someta a una cuestión de confianza, movimiento con el que el Gobierno gana tiempo mientras Puigdemont redobla su último órdago.

En una entrevista de TV3, el líder de Junts afirma que "ellos saben también las consecuencias que hubiera tenido que hoy hubieran dado un portazo a nuestra propuesta: hubiera tenido unas consecuencias irreversibles. Y seguramente habrían llevado la legislatura al colapso".

Para Puigdemont, la propuesta de Junts de plantear una cuestión de confianza es "legítima y necesaria" porque considera que el PSOE no cumple los compromisos adquiridos hace más de un año a cambio de investir a Sánchez.

Desde Bruselas se queja de que ni el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ni Pedro Sánchez se hayan reunido con él y que no tenga escoltas como le correspondería por ser expresidente de la Generalitat: "Me tratan igual que el Tribunal Supremo, como un presunto delincuente".

Reclama atención y avisa a los socialistas de que, "si no cambian mucho las cosas, no tiene sentido" que Junts continúe apoyando al Gobierno de PSOE y Sumar, y ha pedido cambios drásticos y palpables a los de Pedro Sánchez.

Puigdemont también ha dicho que Junts no está en condiciones de negociar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2025 por los incumplimientos de los socialistas: "Ahora mismo no podemos ni negociar los Presupuestos".

Ante la enésima amenaza de Junts, los socialistas tratan de enfriar el debate. Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso asegura que seguirán hablando con los grupos que les apoyan y “lo demás no vamos a tenerlo muy en cuenta”. Además, intentan evitar que el PP aproveche las aguas revueltas. “¿Van a pedir perdón a aquellos partidos a los que consideraban terroristas ahora que los procedimientos judiciales dicen que ni trama rusa ni trama rusa ni terrorismo?”, pregunta Félix Bolaños, “perdón no les pide, les pide los votos para tumbar este Gobierno”.

Mientras Salvador Illa pregunta a los de Junts en el Parlament si “están con PP y VOX o con los paridos del progreso”. Una pregunta que para ERC ya tiene respuesta. “Feijóo será presidente con los votos de Junts, eso pasará”, afirma Gabriel Rufián, “solo están allanando el camino”.

La incógnita que falta por despejar es si esta vez Junts llegará hasta el final y dejará al gobierno de Sánchez sin apoyo.

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