Los reyes asisten a la cena de gala que les ofrece el presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinal, donde comerán el plato estrella: los raviolis. Según Marina García, es el segundo día de la visita oficial del rey Felipe VI y Letizia. Ambos cuentan con una apretada agenda tras acudir al homenaje de las víctimas de la DANA en Valencia y poner rumbo al país italiano.

Durante esta tarde, el monarca ha dado un discurso en la cámara de los diputados donde ha llamado a “no repetir el pasado”. Se trata de un discurso insólito, ya que desde 2002 no había un jefe de Estado extranjero en el Parlamento de la República italiana.

El rey Felipe VI ha advertido que hay un pasado que no puede ni debe repetirse “ni siquiera como caricatura”. El monarca ha mostrado su inquietud por cómo muchos tratados, instituciones y foros sufren “una erosión acelerada, al tiempo que se cuestiona su eficacia”.

El presidente de la República, Sergio Mattarella, ha recibido al rey Felipe VI y a la reina Letizia con todos los honores en el Palacio del Quirinal. Después, ha sido el turno la primera ministra, Giorgia Meloni, quien ha desayunado con ellos. Aunque ha tenido que esperar un rato a los monarcas, lo que ha generado algún que otro resoplido. Los tres han mantenido una conversación cordial hasta que el personal ha avisado a la reina que debía avanzar sola.

El rey ha estado atento a lo que ocurre en todo momento mientras que Meloni le ha restado importancia al momento. Doña Letizia ha respondido con un gesto de incomodidad y, minutos más tarde, Felipe VI y Meloni han desfilado en solitario. Al juntarse de nuevo, ha llegado la confusión por la colocación y el monarca ha intervenido ante el segundo gesto de desconcierto de Letizia. Todo ha acabado con un nuevo gesto de resignación y una sonrisa, también protocolaria, para la foto.

El rey se ha dirigido a los parlamentarios en el Congreso italiano en una ceremonia poco habitual en la que solo hay dos precedentes: la del rey Juan Carlos I en 1998 y la del Papa Juan Pablo II en 2022. El monarca ha agradecido el privilegio de su asistencia a una ceremonia a la que se ha invitado a pocos jefes de Estado extranjeros: “Y si hoy se me honra con él es porque España no se tiene en Italia tan solo como país amigo, sino como país hermano, que es la misma consideración que Italia tiene en mi país”.

“Somos dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado -en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura- y vemos con lógica inquietud cómo muchos tratados, instituciones y foros multilaterales sufren una erosión acelerada, al tiempo que se cuestiona su eficacia -aceptemos que muy mejorable- o el sentido mismo de su existencia”, ha asegurado.

El rey Felipe VI ha mencionado lo frágil que es la paz incluso cuando ya se ha conseguido, en referencia a la guerra de Ucrania. El monarca ha aprovechado para pedir un alto el fuego definitivo entre Palestina e Israel: “Y cuando llegue el anhelado silencio de las armas, España e Italia seguiremos compartiendo -por utópico que parezca- la visión de dos Estados, Israel y Palestina, conviviendo uno junto a otro en paz y en seguridad, como la única solución posible que sea durable y justa”.

Felipe VI ha subrayado la necesidad de lograr un flujo de migración “segura, ordenada y regular”: “Debemos, como europeos, seguir dando a los inmigrantes el trato digno que se le debe a todo ser humano”. Felipe VI ha recalcado que la coordinación entre Italia y España tiene que reforzarse “para que el Mediterráneo sea un espacio abierto, próspero, pacífico y sostenible”.

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