La vuelta a casa de los deportistas españoles de los Juegos Olímpicos: “Ha sido muy bonito, muy ilusionante”

Ya ha pasado un día del final de los Juegos Olímpicos (JJ. OO.) de París de 2024, por lo que llega el momento de que los deportistas españoles vuelvan a casa. Los atletas vuelven a sus respectivas ciudades y pueblos, donde son recibidos como héroes, con mucho cariño y entusiasmo. Los JJ. OO. han dejado muchos momentos virales en redes sociales, sin olvidar que España logró su medalla 18 con el bronce de la selección española masculina de balonmano, lo que ha supuesto que España quede decimoquinta del medallero.

María Pérez vuelve a Granada con una medalla de oro en atletismo (Maratón marcha relevo mixto) y una medalla de plata (20 km marcha femenino). Ha sido recibida entre aplausos y la han manteado. Lo primero que ha hecho es darle la medalla a su abuelo. María Pérez comenta: “Ya lo dijo mi abuela, como ya le puse la del mundial, también esperaba que le pusiera esta. La última medalla que le faltaba en ese palmarés deportivo”.

El piragüista Diego Domínguez llegaba a O Grove (Pontevedra) tras ganar la medalla de bronce en la prueba de C2 500 m. Él expresa: “Estaba allí toda nuestra afición, toda nuestra gente. La verdad que se queda para nosotros, para el resto de nuestra vida”. Una multitud daba la bienvenida al futbolista Álex Baena en Roquetas de Mar (Almería), que consiguió hacerse con la medalla de oro. Él cuenta: “Otra (medalla) en la historia de los deportes de España. Ha sido muy bonito y, sobre todo, muy ilusionante”.

Una de las llegadas más efusivas a España ha sido la de la selección femenina de waterpolo. Las campeonas a penas tenían voz después de la celebración. Martina Terre, una de las jugadoras, dice: “Son mis primeros Juegos Olímpicos y me llevo una primera medalla encima, o sea, que es impresionante. Y de verdad, de haberlo vivido con ellas que es lo más grande”.

La selección masculina de balonmano también ha salido galardonada con una medalla de bronce. Algunos de ellos comentaban: “Esto es lo más grande”, “La sensación de cumplir otra vez un sueño, de poder estar en el pódium de una Olimpiada”. El piragüista Carlos Arévalo fue recibido al son de una marcha militar por sus compañeros del Ejército de Tierra tras ganar la medalla de bronce en Piragüismo de velocidad (K-4 500 m).

Entre los 10.500 deportistas participantes en los JJ. OO., solo 329 se irán de París 2024 con una medalla de oro. Si se abre la lente a todos los escalones del podio, los medallistas serán algunos más de 1.000, teniendo en cuenta que hay deportes de equipo, que algunos dan dos bronces y que hay deportistas que ganan más de un metal.

Aproximadamente obtendrán medalla un 10% de los inscritos. Lo normal, por tanto, es perder. Nueve de cada diez deportistas serán, en el sentido literal de la palabra, unos perdedores. Y cada un perderá a su manera. Desde las lágrimas a la autocrítica más feroz, pasando por el conformismo o la promesa de un mejor resultado en la próxima ocasión, cualquier reacción es comprensible tras la decepción de la derrota.

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