Los casos de corrupción por las mascarillas se multiplican. En plena pandemia, muchos utilizaron el momento para ganar dinero a golpe de comisiones que luego no declararon y cometieron fraude fiscal. Hoy, en Noticias Cuatro repasamos los cuatro casos principales que surgieron del Covid. Algunos de ellos continúan siendo un arma en medio de los duros enfrentamientos políticos.
“He puesto en marcha una auditoría interna dentro de mi departamento para implantar las medidas que sean precisas para minimizar el riesgo de que se produzca en el futuro una situación de esta naturaleza”, recalca el ministro de Transportes, Óscar Puentes, tras los ataques del Partido Popular.
El primero de todos fue el que ocurrió con el hermano de Isabel Díaz Ayuso. Él fue el intermediario para que las mascarillas de la empresa de su amigo, ‘Priviet Sportive’, acabasen en la Comunidad de Madrid. La Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía Europea lo archivaron porque las comisiones eran legales y no encontraron influencia de su hermana.
Le sigue el caso de los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño, quienes engañaron al Ayuntamiento de Madrid: sobredimensionaron los precios de los guantes y las mascarillas que traían de una empresa de Malasia llamada ‘Leno’. Siguen a la espera de juicio por dos delitos de fraude y estafa agravada. La Fiscalía pide para Luceño 15 años y para Medina nueve.
La trama más grave y la más sonada en estas últimas semanas es el caso Koldo. Su importancia radica en que hay un empleado público y mano derecha del exministro de Transporte, José Luis Ábalos. Koldo García era el intermediario para que el ministerio y otras administraciones dieran el contrato de las mascarillas a la empresa del caso. Hay varios empresarios implicados. Entre sus ramificaciones, vemos a Víctor de Aldama, el asesor de Air Europa, y de su presidente Juan José Hidalgo. Ambos tuvieron reuniones con Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez.
Esto ocurre en un momento que podría ser crucial: cuando el Gobierno se planteaba dar ayudas a Air Europa para paliar los efectos de la crisis. El Partido Popular utiliza esto para cargar contra Sánchez. En cuanto a la trama Delcy, no hay nada en firme. Se supone que varios miembros de la trama y José Luis Ábalos estaban presentes en el aeropuerto para recibir a la vicepresidenta de Venezuela en un viaje que guarda muchas incógnitas.
Alberto González, pareja de Ayuso, intermedió entre una empresa privada de mascarillas, ‘FSC Select Products’, y otra que las vendía a las administraciones: ‘Mape Asesores’. Se investiga el cobro de ciertas comisiones o un posible delito de fraude por no declararlas o no hacerlo del todo. Él ya admitió dos de los delitos que le imputó la Fiscalía. Un tema que el PSOE ha aprovechado para contraatacar y pedir la dimisión de Ayuso.
Después de que Ayuso declarase que era Hacienda quien le debía dinero a su pareja y se destapase que era mentira, la guerra entre ambos partidos sigue estando a la orden del día. El PSOE pide su dimisión y la presidenta de Madrid se limita a destacar que el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado "la ley más execrable de la Democracia por la convivencia, la reconciliación y rollos varios".