Mónica García llegó al ministerio de Sanidad después de hacer férrea oposición a Isabel Díaz Ayuso en la asamblea de Madrid. Ahora, como ella misma afirma, sigue trabajado para defender la sanidad pública desde el Gobierno. Hoy, la ministra responde a 'Las 4 de Cuatro', preguntas, tan breves como directas, de nuestra compañera María Galán.
La ley de amnistía yo creo que reconcilia, sobre todo devuelve a la política lo que no nunca debería haber salir de la política y creo que vamos a ir viendo los efectos con el tiempo. Los que hoy la están criticando, estoy convencida de que dentro de unos años dirán incluso que ha sido una idea suya, como han hecho con otras leyes.
La corrupción distingue entre la gente honesta y los cuatro sinvergüenzas. La gran mayoría de la sociedad está dentro del cajón de la gente honesta, la mayoría de los políticos, de las administraciones, de los gobiernos… y luego están los cuatro sinvergüenzas de siempre que se aprovechan y que se aprovecharon en un momento de vulnerabilidad, en un momento en el que la gente estaba sufriendo para llevarse tajada. Si hay algo peor que la corrupción es la corrupción sanitaria, la que se aprovecha, además, de un dinero que debería ir destinado a la salud de los ciudadanos.
La sanidad pública debe contar con sus profesionales, con sus gestores, con sus políticos, con sus gobiernos, con la ciudadanía y se tiene que valer por sí misma para vertebrar nuestra sociedad en torno a un sistema sanitario que es el que mejor redistribuye nuestra mejor riqueza que es nuestra salud.
Yo me siento bien haciendo lo que llevo haciendo siempre que es defendiendo la sanidad pública, lo hice desde la oposición, lo hago ahora desde el gobierno y es uno de los valores de los que más me enorgullezco: haber defendido siempre la sanidad pública allí donde he estado.