Francina Armengol lleva varios días en la diana del Partido Popular por el caso Koldo y la polémica compra de mascarillas durante la pandemia. Este martes, la presidenta del Congreso ha comparecido ante los medios de comunicación para defenderse. En Noticias Cuatro tratamos de poner algo de luz al caso.
Según nos explica Lidia Camón, todo empieza en el peor momento de la pandemia, los españoles están confinados, escasea el material sanitario y los Gobiernos buscan comprar mascarillas desesperadamente.
En mayo de 2020, el Gobierno balear, presidido por Francia Armengol, gasta 3’7 millones de euros en mascarillas compradas a la empresa de la trama Koldo. Una vez recibidas, las analizan y, un mes después, en junio, concluyen que no son lo que pedían: pidieron FFP2 y les mandaron mascarillas quirúrgicas.
El gobierno de Armengol, decide en ese momento guardar el material para más adelante, para cuando llegue la famosa desescalada.
Tres años después, en 2023, las mascarillas han caducado y se plantean dos opciones: destruirlas o guardarlas para reclamar a la empresa. Finalmente, la reclamación formal se realiza el 8 de julio, que es el mismo día en el que el gobierno balear pasaba a manos del Partido Popular.
Según las explicaciones que ha dado Armengol en el Congreso, esta reclamación se hizo se hizo dentro del plazo y asegura que se llevó a cabo tres años después de la recepción de las mascarillas porque la pandemia se alargó mucho y atribuye el retraso a la saturación del servicio sanitario.