Las posturas enfrentadas de Gobierno y Junts ante la ley de amnistía no se mueven y, esta situación, plantea un panorama de incertidumbre y un calendario de negociación frenético. Por el momento hay tres fechas claves para la negociación de la ley de amnistía: el 6, el 22 y el 29 de febrero.
El 6 de febrero la Mesa del Congreso anunciará un plazo de 15 días hábiles para que se puedan introducir cambios en la ley. Los grupos tendrán este plazo para negociar el nuevo texto.
Esto puede situarnos en el 22 de febrero, cuando se reunirá Comisión de Justicia que dará su dictamen sobre la norma. A partir de aquí surgen dos posibilidades: La primera que se llegue a un acuerdo y que la ley sea aprobada en el pleno del Congreso, que podría celebrarse el día 29 febrero. La segunda opción sería que no haya acuerdo y que la ley decaiga directamente.
Por otro lado, se plantea una opción intermedia, con dos posibilidades más: que el 22 de febrero el dictamen de la Comisión de Justicia sea sí, aunque Junts no esté de acuerdo con la Ley. Eso permitiría que se consiguiera el acuerdo hasta el mismo día del pleno. Otra posibilidad, que, ante esa misma situación, no haya finalmente acuerdo y que la Ley vuelva a ser rechazada en ese pleno del 29.
Este laberinto da una idea del embrollo monumental en el que estamos ahora y para poner la guinda al pastel: el 29 de febrero, además de ser la fecha probable de ese pleno crucial, es el día del cumpleaños del presidente del Gobierno.