Los agricultores franceses piden al Gobierno que los precios sean más justos para sus producciones y exigen medidas contra la competencia desleal. Así, están llevando a cabo numerosos bloqueos en las carreteras de acceso al país para exigir una respuesta a sus reivindicaciones, una situación que está afectando a España. Según algunas asociaciones de transportistas españoles, cerca de 20.000 camiones entran a diario en Francia, lo que podría estar provocando unas pérdidas de 12.000.000 euros al día con los últimos bloqueos.
Los ataques de los franceses a los camiones españoles vienen de lejos. Numerosos incidentes comenzaron a llenar las portadas de los años 80. Y no ha parado desde entonces, ya que a España no le sirvió entrar en la Unión Europea en 1986 para acabar con estos sucesos.
Los agricultores españoles se convirtieron en un objetivo de las protestas en Francia. Así lo hemos visto a lo largo de los años. En 1994, los franceses quemaron y saquearon camiones de fresas. En 1997, dejaron estos vehículos totalmente vacíos. Y a este tipo de ataques también se le sumaron los ganaderos, quienes no dudaron en unirse al boicot de los productos españoles.
También lo vimos en 2016, cuando una bodega -que importaba vino español- acabó destrozada y con 50.000 litros tirados a la basura. En 2023, 500 viticultores franceses bloquearon y vaciaron los camiones españoles lanzando todos los productos de su interior a las carreteras. Como respuesta a este ataque, los agricultores españoles comenzaron a ofrecer fruta gratis en las carreteras para pedir el fin del saqueo. Pero no sirvió de nada.
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) ha lamentado que ni el Gobierno ni el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible haya respondido a la llamada que realiza el sector ante el último ataque contra los camiones españoles. “Lamentamos profundamente esta falta de respuesta por parte del Gobierno español, del que hasta la fecha desconocemos qué tipo de acciones pueda o no estar realizando. La ausencia de declaraciones públicas de apoyo y condena hacia estos actos ha generado una creciente inquietud entre muchos de nuestros miembros, que se sienten desamparados en una situación cada vez más tensa”, ha declarado el vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia.
“Las protestas están provocando pérdidas millonarias, no solo a las propias empresas transportistas españolas, sino también a compañías de muchos otros sectores económicos que se ven indirectamente afectadas por estos disturbios al no poder enviar o recibir productos de toda clase; desde neumáticos y productos químicos hasta productos textiles o alimentarios; estos últimos de carácter perecedero, con lo que este hecho implica en la demora de su transporte”, ha concluido Valdivia sobre una problemática que tiene a los españoles en el punto de mira.