La Declaración de la Renta 2025 es un momento clave del año para millones de contribuyentes en España. Esta es la oportunidad para ajustar cuentas con Hacienda y también para encontrar formas de optimizar el pago de impuestos. Uno de los factores que puede ser muy relevante en el resultado final de la declaración es la hipoteca de la vivienda habitual. Muchos no saben esto, pero la fecha en la que se firmó la hipoteca es determinante a la hora de aplicar deducciones fiscales.
En el caso de que se adquiriera la vivienda antes del 2013, es posible que aún se pueda beneficiar de una deducción por inversión en vivienda habitual, lo que se traduce en un ahorro significativo en la Declaración de la Renta de 2025. Sin embargo, si se adquirió después de esa fecha, esta opción desaparece, aunque todavía existen otras alternativas para que se pueda optimizar la tributación relacionada con la vivienda.
Hasta el 1 de enero de 2013, los contribuyentes que adquirieran su vivienda habitual podrían beneficiarse de una deducción fiscal por las cantidades invertidas en la compra de dicha vivienda. Esta deducción permitía que se pudiera desgravar hasta un 15% de las cantidades pagadas en concepto de capital e intereses del préstamo hipotecario con un límite máximo de 9,040 euros anuales.
No obstante, a partir del 1 de enero de 2013, esta deducción fue suprimida para nuevas adquisiciones de vivienda habitual. Esto quiere decir que, aquellos que compraron su vivienda a partir de esa fecha ya no se pueden beneficiar de esta ventaja fiscal. Aunque, se estableció un régimen transitorio que permite a quienes adquirieron su vivienda antes de 2013 seguir aplicando la deducción en las mismas condiciones siempre que se cumplan con algunos requisitos.
La fecha en la que se formalizó la hipoteca está directamente relacionada con la posibilidad de aplicar la deducción por inversión en vivienda habitual. Si la hipoteca se firmó antes del 1 de enero de 2013 y se cumplen con los requisitos mencionados anteriormente, el contribuyente podrá seguir aplicando la deducción en su Declaración de la Renta de 2025. Esto puede suponer un gran ahorro fiscal, ya que permite desgravar hasta un 15% de las cantidades pagadas en concepto de capital e intereses del préstamo hipotecario, con un límite máximo de 9.040 euros.
Sin embargo, si la hipoteca fue formalizada a partir del 1 de enero de 2013, el contribuyente no va a poder beneficiarse de esta deducción en su declaración de la renta de 2025, ya que la deducción por inversión en vivienda habitual fue suprimida para las nuevas adquisiciones a partir de esa fecha.
Para aquellos que pueden aplicar esta deducción por inversión en vivienda habitual, es esencial que se conozcan qué gastos relacionados con la hipoteca son deducibles. Entre los gastos que se pueden incluir en la base de la deducción están:
Es fundamental destacar que estos gastos deben haberse pagado durante el ejercicio fiscal correspondiente para poder ser deducibles en la declaración de la renta de ese año.
Además, esta deducción no se aplica en toda España, ya que algunas comunidades autónomas han establecido beneficios fiscales adicionales en materia de vivienda.
Si se compró la vivienda después del 1 de enero de 2013, no se puede ser beneficiario de la deducción por inversión en vivienda habitual, ya que esta ventaja fiscal fue eliminada en la reforma del IRPF de aquel año. Sin embargo, aún existen formas de optimizar la carga fiscal asociada a la vivienda:
Venta de vivienda habitual: en ciertos casos, las ganancias que se obtienen por la venta de una vivienda pueden estar exentas de tributación si se reinvierte el dinero en la compra de otra vivienda habitual.