Los apicultores europeos, en contra de la miel falsa: ¿cómo podemos detectar que estamos ante un fraude?
Los apicultores denuncian que cada vez hay técnicas más avanzadas para fabricar esta miel falsa
La miel falsa está hecha con jarabes de glucosa elaborados con maíz o trigo
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Los apicultores europeos están en pie de guerra y van a movilizarse contra las importaciones masivas de miel falsa. Según informa Cristina Montalvo, la Comisión Europea ya certificó en 2023 que casi la mitad de la miel extranjera que entra en la UE es fraudulenta y que, de todas las que se analizaron en España, el 51% era falsa.
La miel falsa está hecha con jarabes de glucosa elaborados con maíz o trigo, a lo que se le añade en algunos casos un pequeño porcentaje de miel. Los apicultores denuncian que cada vez hay técnicas más avanzadas para fabricar esta miel falsa y eludir los controles de consumo.
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Los apicultores no pueden competir con los precios de la miel falsa
Los apicultores pedirán -en una campaña conjunta en España, Francia y Portugal- que homologuen los sistemas que ya existen para que se pueda detectar el fraude de la miel. El sector dice que la industria alimentaria compra estos sucedáneos a unos precios a los que ellos no pueden competir porque son mucho más bajos. Y es que estos productos tienen unos costes cada vez más elevados por la sequía y por la lucha contra especies invasoras de abejas.
Esta diferencia de precios hace que no consigan vender la miel. A poco más de un mes de empezar la nueva campaña, todavía no han vendido gran parte de la anterior. Un detalle preocupante, ya que este sector genera 62 millones de euros al año y es vital para la conservación del medio natural.
¿Cómo pueden detectar los consumidores la miel falsa?
Para los consumidores es importante que conozcan cómo pueden detectar si están ante un bote de miel falsa. Lo primero es que cuando es auténtica, el precio está en torno a los ocho euros el kilo. Si la venden por debajo de este coste, estamos hablando de otro producto.
Y la segunda pista infalible está en el etiquetado. “Toda la miel que en la etiqueta ponga ‘miel de origen España’ es española y de apicultor. Todos los botes de miel que en la leyenda tenga tres o cuatro países son mezclas de jarabe”, concluye Antonio Vázquez, responsable de apicultura en COAG Andalucía sobre esta problemática que sacude al sector.
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