El Instituto Nacional de Estadística confirma que la inflación cerró 2024 situándose en el 2,8%. El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,5% en diciembre en relación con el mes anterior y elevó cuatro décimas su tasa interanual, hasta el 2’8%. Este es el dato definitivo, motivado, sobre todo, por el repunte al final del año, del precio de los carburantes. Según informan Marta Álvarez, Cristina Montalvo y Ana García Quesada en el vídeo, en el pasado año el precio de los alimentos en general se moderó, pero: ¿lo están notando los consumidores?

Llenar las bolsas de la compra ha subido un 1,8% en 2024 y los consumidores lo notan, sobre todo en productos frescos esenciales. Un 10% se ha encarecido el pescado y más de un 7% la carne. “La ternera es la que noto yo más cara”, afirma una clienta de un mercado.

Ante la nueva subida hay quien opta por la resignación, “hay que comer”, pero también por cambiar sus hábitos de consumo, comerlo menos veces o comprar producto congelado.

Lo cierto es que llenar la despensa sale casi un 40% más caro que hace una década. Una compra que hace diez años costaba 100 euros, ahora son ya 140 euros. “Esta todo por las nubes”, dice otra clienta.

Pero lo cierto es que no todo ha subido, el precio del aceite de oliva ha bajado un 12% y poder llevarse este producto más barato alivia algo la encarecida cesta de la compra.

Los datos publicados por el Instituto Nacional de estadística confirman que la inflación cerró 2024 situándose en el 2’8%. Según explica Cristina Montalvo en Noticias Cuatro, este dato definitivo es el más alto desde el pasado mes de julio y se debe a que a finales de año se produjo un repunte en el avance de los precios que tiene que ver sobre todo con la energía, más específicamente con los carburantes.

La primera consecuencia de este dato es que se va a activar una cláusula pactada con los sindicatos por la que los funcionarios van a recibir un aumento salarial del 0,5% con efectos retroactivos desde enero del pasado año.

Si hacemos balance del año 2024, destacan las subidas relacionadas con el ocio y las vacaciones: los paquetes turísticos, los vuelos o los cruceros. También sube la joyería, por el aumento del precio del oro y la plata.

Si buscamos lo que baja tenemos que irnos a la mesa porque el mayor descenso de los precios lo encontramos en los alimentos, en concreto el azúcar, que bajó un13’9%, y el aceite de oliva. El conocido como oro líquido ha bajado su precio un 8% en un solo mes y más de un 12% en el último año, porque la producción se ha normalizado. Además, previsiblemente seguirá bajando porque ahora mismo en las almazaras se paga un 51% por debajo del precio de la campaña anterior, es decir, a la mitad, está a unos 4,4 euros por kilo, que es como se mide en origen.

Si nos fijamos en el resto de la cesta de la compra, vemos que los alimentos, en general, no han bajado su precio en 2024, pero sí se ha producido una moderación muy importante que ha llevado a que desde el otoño los precios estén subiendo menos de lo que lo hace la inflación y han cerrado el año en el 1.8%. Más allá del azúcar y el aceite hay que buscar casi con lupa una rebaja que alegre el bolsillo. Pagamos algo más baratas las pizzas y las hortalizas frescas. El contrapunto lo pone el chocolate, que ha subido su precio un 24%.

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