Hoy se publica el tope para las subidas del alquiler, un encarecimiento que ya ha afectado a los pisos compartidos. Se trata de un nuevo indicador, elaborado por el INE, que se tendrá que aplicar en las subidas que se hacen para ajustar los precios de los alquileres a la inflación. Según informa Cristina Montalvo, el primero que se ha anunciado es el correspondiente al mes de noviembre, que es del 2,2%: dos décimas por debajo del IPC general de ese mes.

El objetivo de este índice es evitar incrementos "desproporcionados en la renta de los contratos de arrendamiento". Y es que hay que recordar que se decidió crear este índice con la gran crisis de inflación de 2022, cuando el IPC se disparó por encima del 8%. El Gobierno puso un límite a las subidas que se ha ido aplicando hasta este nuevo indicador, que se actualizará mensualmente.

Este nuevo índice será la referencia para la revalorización de los contratos que se hayan firmado desde que entró en vigor la nueva Ley de Vivienda. Es decir, los que se realizaron después del 25 de mayo de 2023. Los alquileres que vengan de antes seguirán revisando las cuantías con el IPC o con el que se hubiera acordado. Por ejemplo, para un alquiler firmado en enero de 2024 -con una renta de 900 euros que toque revisarse ahora- una vez cumplido el año, podrá aplicarse como máximo una subida del 2,20 %, lo que permitiría al propietario aumentar la renta 19,8 euros, hasta los 919,8 euros.

El Ministerio de Vivienda ha incluido desde hoy una calculadora en la web para que se puedan ver cuáles son las subidas máximas en todos los casos. El propietario puede subir el alquiler en los contratos de larga duración, aquellos de cinco o siete años, pero siguiendo unos criterios:

El Partido Popular ha dicho que esto es un parche al problema de los altos precios del alquiler. Varias plataformas inmobiliarias y expertos dicen que el diseño de este índice hará que las subidas generalmente queden por debajo del IPC. Aseguran que esto va a desincentivar a que los propietarios pongan pisos en el mercado, reducirá la oferta y aumentará los precios.

"Hay que tomar siempre la misma dirección: aumentar la oferta de demanda de alquiler, ya sea construyendo un parque de vivienda social en alquiler -más allá del que tenemos- comprando algunas viviendas o con mecanismos diferentes. O incentivando a que los particulares pongan cualquier vivienda que tengan en alquiler", concluye José García Montalvo, profesor de Economía en Barcelona School Economics.

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