Un juzgado de Santander se ha convertido en el primero en reconocer los derechos de los abuelos a la conciliación familiar. Gloria Lobato, abuela de 58 años, ha sido la primera abuela que podrá adaptar su horario laboral para poder cuidar de su nieta bajo una sentencia firme. Como informa Maialen Larrinaga en el video, esta sentencia podría cambiar la vida de muchas familias. 

Gloria Lobato, madre de dos mujeres, solicitó hace unos meses el cambio de horario a su empresa. Necesitaba compatibilizar su jornada de trabajo con los cuidados de su nieta, ya que su hija se encuentra “en una etapa formativa”. Los horarios de ambas no permitían que su nieta pudiese ser recogida de la escuela infantil, pero la empresa de Gloria le denegó la modificación del horario. 

Ante esta situación, Gloria decidió acudir al sindicato USO, donde le asignaron una abogada que aseguró que el Estatuto de los Trabajadores avalaba su cambio de horario. En mayo, la mujer de Santander decidió interponer una demanda de la mano de su abogada acogiéndose a la modificación por el Real Decreto 5/203 del artículo 34.8 del Estatuto de los Trabajadores: “Con ese real decreto se había modificado el articulo 34.8 donde se había ampliado esa adecuación de jornada pasando de un primer grado a un segundo grado”, explica Laura Cubas, abogada del sindicato. 

Según el artículo, “las personas trabajadoras con hijos o hijas menores de 12 años tienen derecho a solicitar las adaptaciones de la duración y distribución de la jornada de trabajo (...) para hacer efectivo su derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral”. “Tendrán ese derecho aquellas que tengan necesidades de cuidado respecto de los hijos e hijas mayores de doce años, el cónyuge o pareja de hecho, familiares por consanguinidad hasta el segundo grado de la persona trabajadora”. 

En apenas siete meses, Gloria ha obtenido una resolución judicial, y en cinco días una sentencia firme por parte del Juzgado de lo Social N.º 2 de Santander: “Ha salido el juicio el 13 de noviembre y el 18 ya teníamos la sentencia, una sentencia firme además”. Tras la decisión del juez, la mujer de 58 años se haya “muy contenta, sobre todo por muchas otras abuelas que ahora lo pueden solicitar”. 

Cada vez se hace más hincapié en la conciliación familiar, pero llega muy tarde: “Siempre hemos sido nosotras las que nos hemos encargado de los cuidados”. Aun así, se espera que la sentencia de Gloria marque un antes y un después en este ámbito que afecta a miles de familias en nuestro país.  

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