Récord en materia de empleo. Este verano se registró el mayor número de personas trabajando en la historia de nuestro país. Según informa Cristina Montalvo, en el tercer trimestre se alcanzaron los 21,8 millones de ocupados, tal y como reflejan las cifras de la Encuesta de Población Activa publicadas hoy. Todo después de que en agosto se marcase una subida del paro, siendo la agricultura uno de los sectores más afectados. Y esto no es todo.

Los datos de la población activa se sitúan por primera vez en los 24 millones y medio. El empleo se creó fundamentalmente en el sector servicios, sobre todo entre los extranjeros y mucho más entre los hombres que entre las mujeres. Toda la generación de trabajo se produjo en el sector privado y en los asalariados, ya que cayó de forma destacada entre los autónomos con un ritmo de 1.000 trabajadores al día.

Entre las buenas noticias se destaca el descenso del paro, un detalle que no sucedía en los dos últimos años. Aunque bajó poco, en apenas 1.200 personas. La tasa de paro ha descendido tan solo unas centésimas y se ha situado en 10,22%. Es decir, está por debajo de los números que había en verano de 2008, antes del estallido de la crisis financiera. Al finalizar septiembre, el número total de parados era de 2.754.000 personas. Eso sí, sigue dejando a España como el país europeo con mayor tasa de desempleo.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, destaca que los datos de la EPA reflejan un comportamiento del mercado laboral “muy positivo con nuevos máximos de ocupación, población activa, trabajadores en el sector privado” y en la reducción del número de desempleados. Según el INE, el número de asalariados se incrementó en el tercer trimestre en 224.000 personas con un aumento del empleo indefinido de 102.700 personas.

A pesar de estos datos positivos, se aprecia una desaceleración de la creación de empleo después de acumular trimestres de gran dinamismo. Y esto se aprecia más en la comparativa trimestral porque los 138.000 nuevos empleos del verano son menos que los del año anterior y están entre las cifras más bajas de la última década. La misma tendencia de agotamiento se aprecia si nos fijamos en lo que ha pasado en los últimos 12 meses.

La creación de empleo ha sido la mitad que la que se registró en el ejercicio anterior, un aspecto que ocurre igual con las horas trabajadas, ya que crecieron al ritmo más lento de los últimos veranos. Este aumento de los puestos de trabajo afectó a todos los sectores a excepción de la agricultura, donde se destruyeron 38.300 puestos de trabajo.

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